
Autoridades sanitarias de Denver afirmaron que actuaron conforme a las normas locales, pese a las críticas por el método empleado.
La divulgación de un video en redes sociales desató un fuerte rechazo ciudadano luego de que se evidenciara a personal del Departamento de Salud de Denver vertiendo cloro sobre alimentos preparados por vendedores ambulantes de origen latino. Las imágenes, captadas en una zona concurrida de la ciudad, muestran a la inspectora y a varios oficiales destruyendo la comida bajo el argumento de que el puesto operaba sin permisos comerciales ni certificaciones sanitarias.
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El incidente se suma a un contexto de tensiones entre comunidades migrantes y autoridades municipales en distintos puntos de Estados Unidos, lo que amplificó el malestar generado por la escena.
El video que detonó la polémica
La grabación circuló inicialmente en TikTok y Facebook, y en ella se observa el momento en que los funcionarios ordenan detener la actividad del puesto. Tras un breve intercambio, proceden a aplicar cloro sobre bandejas que contenían carnes, salsas y diversos guisos. Para la familia migrante que operaba el puesto, los alimentos representaban su ingreso del día, por lo que la destrucción del producto causó un profundo impacto.
En pocas horas, el video fue replicado por medios nacionales e internacionales y se viralizó con etiquetas como #DenverColorado, #LatinosEnUSA y #AbusoDeAutoridad.
Reacciones: reclamos y cuestionamientos
La difusión del clip generó miles de comentarios de usuarios que calificaron la actuación oficial como:
- “Excesiva”
- “Innecesaria”
- “Humillante”
- “Un abuso dirigido a migrantes”
Incluso quienes reconocieron la falta de permisos por parte de los vendedores consideraron que inutilizar la comida con cloro fue una medida desproporcionada que vulnera el sustento de familias que dependen del comercio informal. El episodio reabrió el debate sobre el trato hacia trabajadores migrantes en ciudades con fuerte presencia latinoamericana, como Denver, Houston, Los Ángeles y Nueva York.
Postura de las autoridades
En un comunicado, el Departamento de Salud de Denver informó que el operativo se llevó a cabo conforme a la legislación sanitaria local. Según la dependencia, el puesto no contaba con licencia comercial, carecía de permisos para manipulación de alimentos y no cumplía con los estándares de higiene exigidos para vender productos al público.
No obstante, la institución evitó pronunciarse sobre el uso de cloro como método para inutilizar los alimentos, un punto que organizaciones comunitarias consideran degradante y contrario a prácticas de inspección más humanas.
Un debate que sigue abierto
Para especialistas en políticas públicas, escenas como la registrada en Denver evidencian la urgencia de establecer protocolos más sensibles y procesos accesibles para que los vendedores ambulantes —muchos de ellos migrantes latinoamericanos— puedan regularizar su actividad. Advierten que acciones de alto impacto, como la destrucción de alimentos, deterioran la confianza entre la comunidad y las autoridades, además de profundizar la vulnerabilidad de quienes dependen del comercio informal para subsistir.
Con información de Excelsior







