
La desaparición de George Smyth, un estudiante británico de 18 años, ha generado gran preocupación y un halo de misterio en Transilvania, región históricamente rodeada de leyendas, bosques densos y caminos que se pierden entre la niebla.
El joven lleva nueve días sin ser localizado tras desaparecer en las montañas Bucegi, a pocos kilómetros del famoso castillo de Bran, conocido mundialmente como la residencia del mítico Conde Drácula.
George inició el 23 de noviembre una caminata en solitario desde Poiana Brașov con destino al pueblo de Bran. Aunque normalmente es una ruta tranquila y concurrida, durante esta temporada, cuando la nieve comienza a cubrir los senderos, puede convertirse en un trayecto peligroso, motivo por el que muchos habitantes aconsejan evitarlo.
A las pocas horas de comenzar su recorrido, el joven realizó una llamada de emergencia en la que reportó estar sufriendo hipotermia y agotamiento, y pidió ayuda urgente. Ese fue el último contacto: tras la llamada, no se tuvo más noticias de él.
Los equipos de rescate acudieron al punto desde donde se registró la comunicación y encontraron su mochila, equipo de campamento, saco de dormir y provisiones, todo perfectamente ordenado. Pero de George no había rastro.
Su madre, Jo, viajó inmediatamente a Rumania, pero hasta ahora no se ha obtenido ninguna pista sobre su paradero. La familia lo describe como un chico fuerte, deportista y habituado a viajar, características que vuelven aún más inexplicable su desaparición; además, el hecho de que haya ocurrido en una zona vinculada a mitos de vampiros alimentó diversas especulaciones en redes y entre curiosos.
Las condiciones climáticas han complicado las labores de búsqueda. Durante tres días consecutivos, Salvamont —la unidad rumana especializada en rescates de montaña— tuvo que suspender los operativos debido a tormentas, hielo y vientos peligrosos. Mientras tanto, la atmósfera en la región vuelve a mezclar realidad con folklore: entre bromas nerviosas, algunos lugareños aseguran que caminar solo al anochecer en Transilvania nunca es buena idea.
Las autoridades, sin embargo, insisten en que no debe relacionarse el caso con mitos, sino con el hecho de que George desapareció en un entorno montañoso complejo y de difícil acceso. A nueve días de los hechos, persisten las preguntas y la esperanza de que los equipos de rescate puedan encontrar al joven.







