
Las tres fuerzas opositoras coincidieron en que no hubo una revisión profunda y una verdadera consulta con los productores.
Oposición exige frenar análisis de la nueva Ley de Aguas por riesgos al sector agrícola. Diputados de los partidos de oposición solicitaron posponer la discusión en comisiones de la nueva Ley de Aguas, al considerar que, pese a los ajustes recientes, el dictamen impulsado por la mayoría oficialista continúa sin atender las necesidades de los campesinos, mantiene riesgos para productores y elimina certeza jurídica en materia de concesiones. Aseguraron que la propuesta fue elaborada “a retazos” y sin la participación suficiente del sector rural.
La coordinadora de Movimiento Ciudadano, Ivonne Ortega, señaló que el proyecto aún no responde a las preocupaciones de quienes dependen del agua para su supervivencia. Advirtió que existen artículos, como el relativo a las concesiones, que podrían dejar sin patrimonio a miles de agricultores: “Hay lugares donde el valor está en el acceso al agua; si lo quitan, pierden todo”.
También informó que su bancada esperará el dictamen final para fijar su posición, pues el documento circulado hasta ahora no ha sido aprobado en comisión y sigue siendo preliminar.
En el PAN, la vicecoordinadora Noemí Luna calificó la propuesta como “perjudicial”, al recordar que ya acumula más de 90 cambios internos. La bancada panista afirmó que el dictamen concentra el control del agua en el gobierno federal y elimina seguridad jurídica en el campo. “Aunque tenga más de 90 modificaciones, no responde a las preocupaciones reales”, sostuvo. Además, alertó que la transmisión de derechos quedaría sujeta a un comité federal, lo que convertiría el recurso hídrico en un mecanismo de control.
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El PRI, por su parte, adelantó que votará en contra si el oficialismo insiste en llevar el dictamen al Pleno sin abrir un diálogo renovado con el sector agrícola. Su coordinador, Rubén Moreira, reiteró que los cambios en materia de concesiones siguen siendo motivo de alarma y exigió detener las votaciones: “Pedimos que se suspenda la votación en Comisión este martes y la del Pleno programada para el jueves”.
Las tres fuerzas opositoras coincidieron en que, sin una revisión profunda y una verdadera consulta con los productores, el Congreso corre el riesgo de aprobar una reforma que, en lugar de garantizar el acceso al agua, genere incertidumbre y conflictos en el campo mexicano.







