
Jason Collins, exjugador de la NBA y referente histórico por convertirse en el primer hombre abiertamente homosexual en disputar la liga, dio a conocer que enfrenta una grave enfermedad: cáncer cerebral en fase avanzada.
A sus 47 años, Collins reveló en una entrevista con ESPN que fue diagnosticado con glioblastoma en etapa 4, uno de los tumores cerebrales más agresivos y de progresión acelerada. El anuncio amplía la información que había compartido previamente en septiembre, cuando informó de manera breve que había comenzado un tratamiento médico.
El exbasquetbolista explicó que los síntomas aparecieron de forma repentina y se intensificaron durante el mes de agosto. Entre las primeras señales estuvieron problemas de memoria y dificultad para concentrarse, los cuales en un inicio restó importancia, fiel a la mentalidad competitiva que desarrolló como atleta profesional. Sin embargo, tras realizarse una tomografía, los médicos confirmaron la gravedad del diagnóstico y le advirtieron que, sin atención inmediata, la enfermedad habría podido ser mortal en pocas semanas debido a la rapidez con la que avanzaba el tumor.
Desde entonces, Collins inició un tratamiento intensivo que comenzó con medicamentos y continuó con sesiones de radioterapia y quimioterapia. Durante este proceso, ha contado con el respaldo de su esposo, Brunson Green, así como de familiares y amigos cercanos. Además, ha optado por explorar opciones médicas adicionales, lo que lo llevó a buscar terapias innovadoras en una clínica especializada en Singapur.
El exjugador comparó esta nueva batalla con el momento en que decidió hacer pública su orientación sexual, señalando que nuevamente siente que enfrenta un desafío pionero. “Siento que estoy de regreso en esa situación, como si fuera el primero en atravesar este muro”, expresó.
Collins también recordó la experiencia de su abuela, quien padeció cáncer de estómago en etapa 4, y aseguró que esa vivencia influyó en su forma de encarar la enfermedad. A diferencia de ella, quien evitaba mencionar el padecimiento, él decidió afrontarlo con determinación: reconoció abiertamente su diagnóstico y afirmó que, al igual que su abuela, está dispuesto a luchar contra el cáncer.







