
Durante diciembre, hospitales del país reportan un incremento cercano al 25 por ciento en quemaduras, relacionadas con pirotecnia, velas y accidentes en el hogar
Las celebraciones de fin de año en México, marcadas por reuniones familiares, luces y fuegos artificiales, también representan un periodo de mayor riesgo para la salud. Datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) indican que, durante el mes de diciembre, se registra un aumento promedio del 25 por ciento en la atención de pacientes con quemaduras, al grado de que uno de cada cuatro ingresos hospitalarios por este tipo de lesiones ocurre en esta temporada.
El repunte está vinculado principalmente al uso de pirotecnia, velas decorativas, fallas en instalaciones eléctricas y accidentes en la cocina relacionados con líquidos calientes. A ello se suman los árboles de Navidad resecos y las series de luces en mal estado, factores que incrementan la probabilidad de incendios domésticos.
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La Dra. Cynthia Vega, vocera oficial de PiSA Farmacéutica, advierte que “la mayoría de los accidentes ocurren por descuido o exceso de confianza; basta un segundo para que una chispa o una llama cause lesiones permanentes, sobre todo en menores de edad”. La especialista enfatiza que las quemaduras no deben subestimarse, ya que pueden generar consecuencias funcionales y estéticas de largo plazo si no se atienden de manera oportuna.
De acuerdo con reportes del Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED), los menores de edad son uno de los grupos más vulnerables durante esta época. En diciembre, los accidentes por pirotecnia representan hasta el 60 por ciento de las atenciones por quemaduras en niños, una cifra que refleja la magnitud del problema y la necesidad de reforzar las medidas de prevención en el entorno familiar.
Si bien la atención médica es indispensable en los casos graves, los primeros minutos posteriores a una quemadura pueden ser determinantes. “Lo primero es enfriar la zona afectada con agua corriente a temperatura ambiente durante al menos 10 minutos; nunca se deben aplicar pomadas, hielo ni remedios caseros, ya que pueden agravar la lesión o causar infecciones”, explica la Dra. Cynthia Vega. “Posteriormente, se debe cubrir la quemadura con una gasa limpia y acudir al hospital para una valoración médica. En el caso de niños o adultos mayores, la atención debe ser inmediata, aunque la lesión parezca leve.”
Las autoridades sanitarias coinciden en que la atención temprana reduce el riesgo de infecciones, pérdida de tejido y complicaciones severas. Por ello, reiteran el llamado a fortalecer la cultura de la prevención durante las festividades decembrinas, ya que cada año cientos de familias ven alteradas sus celebraciones por accidentes que, en muchos casos, pudieron evitarse.







