
En el CPS Durango también han estado recluidos delincuentes de alto perfil, como Daniel y Aurelio Arizmendi.
EU acusa que “El Marro” opera desde prisión; CPS Durango bajo la lupa. El Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) No. 14, conocido como CPS Durango, volvió al centro del debate luego de que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos señalara que José Antonio Yépez Ortiz, alias “El Marro”, continúa al frente del Cártel de Santa Rosa de Lima pese a estar recluido en uno de los penales federales de máxima seguridad del país.
La acusación forma parte de un comunicado oficial en el que se anuncian sanciones contra el líder criminal por su participación en el robo de hidrocarburos y por el impacto económico generado a nivel local, regional y nacional. De acuerdo con el reporte, “El Marro” no habría perdido el control operativo del grupo, ya que presuntamente se apoya en abogados y familiares para transmitir instrucciones, sostener alianzas y coordinar actividades ilícitas, aun con los estrictos esquemas de aislamiento del Cefereso 14.
El documento también indica que, desde prisión, el líder del CSRL habría mantenido vínculos con el Cártel del Golfo para enfrentar a su principal adversario, el Cártel Jalisco Nueva Generación, lo que evidenciaría una estructura criminal activa más allá de los muros del penal.
El Cefereso No. 14 fue inaugurado en 2014 con una inversión cercana a cuatro mil millones de pesos. Se ubica en una zona desértica y aislada del estado de Durango, sobre una extensión de 100 hectáreas, y fue diseñado para limitar al máximo cualquier contacto externo no autorizado.
Con capacidad para albergar hasta 2 mil 520 personas sentenciadas por delitos federales de alto impacto —como delincuencia organizada, secuestro, homicidio y huachicol—, el penal registraba 2 mil 289 internos al 23 de septiembre de 2025. Sus instalaciones incluyen celdas individuales de 3 por 4 metros con mobiliario de acero inoxidable, ventanas de apertura reducida, módulos totalmente separados, bardas de seis metros, torres de vigilancia, filtros automatizados de acceso y un helipuerto para traslados de alta seguridad.
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Yépez Ortiz fue trasladado a este centro en 2024, procedente del penal federal del Altiplano, en el Estado de México, como parte de una estrategia para reforzar su aislamiento y disminuir riesgos de comunicación externa. En el CPS Durango también han estado recluidos delincuentes de alto perfil, como Daniel y Aurelio Arizmendi (“Los Mochaorejas”), Marcos Tinoco Gancedo (“El Coronel”), Abel Díaz Lucas (“La Marrana”) y Luis González Nieto (“El Tato”), lo que subraya la relevancia estratégica del penal.
A pesar de su diseño de máxima seguridad, el Cefereso 14 ha enfrentado señalamientos constantes por presuntas violaciones a derechos humanos. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos ha emitido diversas recomendaciones, mientras que reportes periodísticos documentan muertes por riñas, suicidios, episodios de violencia no esclarecidos y denuncias contra custodios por uso excesivo de la fuerza, incomunicación prolongada y castigos colectivos. También se han señalado deficiencias en la alimentación, atención médica limitada y altos costos en la tienda interna, según testimonios de internos y familiares.







