
Autoridades de Nuevo León detuvieron en el sur de Monterrey a Mario Alberto “N”, identificado como sobrino de Osiel Cárdenas Guillén y señalado como generador de violencia.
La detención de Mario Alberto “N”, identificado como sobrino directo de Osiel Cárdenas Guillén, exlíder del Cártel del Golfo, encendió alertas de seguridad en el noreste del país y fue considerada por autoridades como un golpe relevante a remanentes de esa estructura criminal.
El arresto ocurrió la tarde-noche del lunes durante un operativo del Grupo de Coordinación Metropolitana en el sur de Monterrey, una zona que en los últimos meses ha registrado alta incidencia delictiva. De acuerdo con información oficial, el despliegue se originó tras la detección de una camioneta con personas armadas estacionada frente a un establecimiento comercial sobre la avenida Lázaro Cárdenas.
Al intentar ser abordados por las fuerzas de seguridad, los ocupantes del vehículo emprendieron la huida, lo que derivó en una persecución que concluyó en el cruce con la avenida Alfonso Reyes. En ese punto, los elementos lograron interceptar la unidad y detener a tres hombres.
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Los detenidos fueron identificados como Mario Alberto “N”, de 43 años; Raúl “N”, de 45; y Kevin Alberto “N”, de 19. Durante la revisión, las autoridades aseguraron armas de fuego, cargadores, cartuchos útiles, dosis de la droga conocida como cristal, una báscula digital, dinero en efectivo y una camioneta tipo Cheyenne Z71 de color blanco. Los tres fueron puestos a disposición del Ministerio Público, mientras que el vehículo quedó asegurado.
Investigaciones oficiales señalan que Mario Alberto “N”, conocido como “El Betito”, es hijo de Mario Cárdenas Guillén, alias “El M1”, y forma parte de un linaje criminal ligado históricamente al Cártel del Golfo. Originario de Tamaulipas, habría sido integrado desde joven a la facción conocida como Los Metros, considerada una de las más violentas dentro de esa organización.
Su trayectoria delictiva incluye detenciones previas y liberaciones que, según autoridades, evidenciaron fallas en procesos judiciales anteriores. En 2019 fue arrestado en el Estado de México por diversos delitos, pero posteriormente obtuvo su libertad tras resoluciones judiciales.
A pesar de ello, su nombre continuó apareciendo en reportes de inteligencia nacionales y estadounidenses relacionados con tráfico de drogas y armas. Con esta nueva captura, autoridades estatales y federales buscan fortalecer la carpeta de investigación para evitar una liberación anticipada.
La detención se produce en un contexto de reacomodo criminal en el noreste del país, donde Nuevo León es considerado un punto estratégico para el trasiego ilícito. El caso vuelve a evidenciar el desafío de las autoridades para desarticular estructuras criminales con raíces familiares y larga presencia en la región.







