
El líder norcoreano afirmó que el proyecto simboliza el progreso constante del país.
Kim Jong Un pone en marcha nueva etapa del desarrollo turístico en Samjiyon. El dirigente de Corea del Norte, Kim Jong Un, encabezó la inauguración de una nueva fase del complejo turístico de Samjiyon, una de las zonas consideradas estratégicas por el régimen, donde realizó una visita de supervisión centrada en la infraestructura hotelera y los servicios disponibles.
Según informó la Agencia Central de Noticias de Corea, el mandatario recorrió las instalaciones ubicadas en el norte del país, presentadas por la prensa oficial como un moderno destino de montaña destinado al descanso y la recreación. Durante el recorrido, Kim inspeccionó habitaciones, áreas comerciales y restaurantes, además de verificar personalmente detalles como el mobiliario y el funcionamiento de equipos recreativos, de acuerdo con las imágenes difundidas.
En declaraciones recogidas por los medios estatales, el líder norcoreano afirmó que el proyecto simboliza el progreso constante del país y sostuvo que estas obras reflejan la dignidad y capacidad del pueblo, al que describió como autosuficiente y sin desventajas frente a otras naciones.
Uno de los aspectos que llamó la atención de observadores internacionales fue la presencia de su hija, Kim Ju-ae, quien apareció acompañándolo durante la inspección. Su participación recurrente en actos públicos de alto perfil ha reforzado las especulaciones sobre una posible proyección futura dentro del liderazgo del país.
El complejo se ubica en Samjiyon, a los pies del Monte Paektu, considerado un sitio simbólico para la narrativa revolucionaria del régimen, al estar asociado históóricamente con la guerrilla liderada por Kim Il Sung, abuelo del actual mandatario. La propaganda oficial también vincula la zona con el nacimiento de Kim Jong Il, aunque registros históricos sitúan ese hecho fuera del territorio norcoreano.
La transformación de Samjiyon forma parte de una estrategia para convertirla en un modelo de “civilización socialista moderna”, mediante la construcción de viviendas, hoteles y una estación de esquí, con el objetivo de impulsar el turismo interno y proyectar una imagen de autosuficiencia.
Este impulso al sector turístico se da en un contexto de sanciones internacionales impuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU debido al programa nuclear norcoreano. Antes del cierre de fronteras por la pandemia en 2020, el turismo —principalmente de visitantes chinos— representaba una de las escasas fuentes de divisas para el régimen. La reapertura y ampliación de estos desarrollos sugiere un intento por reactivar esa vía económica, en medio de persistentes tensiones con Corea del Sur y Estados Unidos tras recientes pruebas balísticas.





