
Un luchador de La Puerkiza Extrema golpeó con una silla a un aficionado ebrio que le lanzó cerveza durante una función de lucha libre extrema en León
Un momento de alta tensión se registró durante una función de lucha libre extrema realizada en La Hacienda Charra, en León, Guanajuato, luego de que un luchador respondiera de forma contundente a la agresión de un espectador. El incidente ocurrió cuando Pig Destroyer, integrante de La Puerkiza Extrema, lanzó un sillazo a un aficionado que, presuntamente bajo los efectos del alcohol, le arrojó cerveza en plena función.
La velada enfrentaba a La Familia Real, integrada por L.A. Park, L.A. Park Jr. y el Hijo de L.A. Park, contra La Puerkiza Extrema, conformada por Pig Destroyer, Pig Decapitador y Pig Pool. Como es habitual en este tipo de espectáculos, la lucha se trasladó fuera del ring para intensificar la interacción con el público, un recurso característico de la modalidad extrema que también incrementa los riesgos.
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El momento crítico se produjo cuando Pig Destroyer se preparaba para ejecutar un sillazo contra L.A. Park Jr. Fue entonces cuando un espectador, identificado por portar una chamarra verde y pantalón café, lanzó una cerveza al luchador, cruzando los límites de la participación del público. La acción provocó una reacción inmediata, y el luchador respondió con un sillazo directo al aficionado.
La escena fue captada en video por asistentes y se difundió rápidamente en redes sociales, donde generó un intenso debate. Miles de usuarios opinaron sobre la conducta del espectador y la respuesta del luchador. Entre los comentarios más replicados, algunos defendieron la reacción del integrante de La Puerkiza Extrema:
• “Bien merecido, no se metan con los luchadores”.
• “Borrachines así arruinan la experiencia para todos”.
• “La lucha es para el ring, no para el público borracho”.
Otros seguidores señalaron los riesgos inherentes a este tipo de funciones, sobre todo cuando hay consumo de alcohol entre los asistentes. “Peleando entre la gente, sobre todo cuando está bebida, es un riesgo para todos”, escribió un usuario, mientras que varios coincidieron en que “una cosa es gritar y animar, otra muy distinta es arrojar objetos”.
Pese a la polémica, la función continuó y los luchadores siguieron con el desarrollo del combate. El episodio volvió a poner en el centro de la discusión la necesidad de reforzar las medidas de seguridad en eventos con interacción cercana entre público y luchadores, así como la responsabilidad de los asistentes para evitar conductas que pongan en riesgo el espectáculo y la integridad de quienes participan.







