
La Navidad de Kim Kardashian desató una fuerte controversia luego de que PETA la acusara de trivializar la vida animal tras regalar cachorros a sus hijosLa imagen de una Navidad perfecta en la familia Kardashian quedó opacada por una ola de críticas. Kim Kardashian se colocó en el centro de la polémica luego de regalar un cachorro a cada uno de sus hijos, un gesto que fue duramente cuestionado por la organización Personas por el Trato Ético de los Animales, PETA, al considerar que envía un mensaje irresponsable sobre la tenencia de mascotas.
La controversia estalló cuando la empresaria y figura del entretenimiento compartió en Instagram una fotografía de cuatro cachorros de raza pomerania acomodados frente al árbol navideño. Dos de ellos son de pelaje oscuro y dos de tono crema. Junto a la imagen, Kardashian escribió brevemente: “Cada niño tiene un cachorro”.
Lo que para algunos seguidores fue una escena tierna y familiar, para otros se convirtió en el símbolo de una práctica cuestionada desde hace años por defensores de los derechos animales. Las críticas se multiplicaron en redes sociales y rápidamente escalaron hasta organizaciones internacionales.
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La reacción más contundente provino de Ingrid Newkirk, fundadora y presidenta de PETA, quien lanzó un mensaje directo contra la empresaria:
“Los cachorros no son peluches”.
Newkirk lamentó que una celebridad con una plataforma global no utilizara su influencia para promover la adopción de animales sin hogar, una problemática persistente en Estados Unidos y otros países.
“Es una verdadera lástima que Kim haya perdido la oportunidad de ser portavoz de los perros de refugios y, en cambio, esté siendo criticada con razón en las redes sociales”, señaló.
Desde la perspectiva de PETA, regalar mascotas como obsequios de temporada refuerza la idea de que los animales pueden ser tratados como objetos desechables y no como una responsabilidad que implica años de cuidado. La organización incluso sugirió acciones para revertir el impacto del mensaje, como apoyar campañas de adopción, esterilización o enviar a los hijos de Kardashian a realizar voluntariado en refugios.
Kim Kardashian, de 45 años, es madre de North (12), Saint (10), Chicago (7) y Psalm (6), fruto de su relación con el rapero Kanye West. Hasta ahora, la empresaria no ha respondido públicamente a los señalamientos y su equipo tampoco ha emitido una postura oficial.
En redes sociales, la discusión se volvió más intensa. Comentarios como “No son accesorios”, “las mascotas no son regalos” y “cuando crecen dejan de ser instagrameables” se viralizaron, aunque algunos usuarios defendieron que Kardashian cuenta con los recursos necesarios para garantizar el bienestar de los animales.
La polémica se amplificó cuando se recordó que Khloé Kardashian también regaló un cachorro esta Navidad, un labrador retriever negro para sus hijos True y Tatum. PETA incluyó este gesto en su llamado de atención a la familia.
Aunque la dinastía Kardashian-Jenner es conocida por su larga lista de mascotas, este episodio abrió un debate más profundo sobre el papel de las figuras públicas y la responsabilidad que conlleva convertir actos privados en mensajes masivos. Para PETA, el mensaje es contundente: incluso en Navidad, los animales no deberían tratarse como regalos envueltos bajo el árbol.







