
La FGR revisa la llamada “caja negra” del Tren Interoceánico para esclarecer el descarrilamiento en Oaxaca que dejó víctimas y decenas de personas afectadas
La Fiscalía General de la República (FGR) continúa con las investigaciones para determinar las causas del descarrilamiento del Tren Interoceánico ocurrido en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, accidente en el que viajaban alrededor de 250 personas y que dejó un saldo de 13 fallecidos, además de múltiples lesionados.
Como parte de las diligencias centrales del caso, la institución federal informó que se realiza el análisis técnico del dispositivo conocido como pulser, equiparable a la “caja negra” utilizada en aeronaves. Este sistema almacena información clave sobre el funcionamiento del tren, incluyendo velocidad, uso de frenos, posición del acelerador y alertas del sistema previas al siniestro.
A través de la Fiscalía Especializada de Control Regional (FECOR), la FGR detalló que peritos especializados trabajan en la extracción y evaluación de los datos contenidos en el dispositivo, con el objetivo de reconstruir los momentos previos al descarrilamiento y establecer posibles responsabilidades.
Las labores periciales se desarrollan tanto en laboratorio como en el lugar del accidente. En total, participan especialistas de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) en 13 disciplinas, entre ellas criminalística de campo, ingeniería civil, arquitectura, química, tránsito terrestre y seguridad industrial forense. Estos expertos realizan mediciones en la vía férrea para detectar fallas en rieles, durmientes o en el sistema de señalización, así como para descartar factores externos que hayan influido en el incidente.
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Paralelamente, la FGR mantiene abiertas las entrevistas con la tripulación y personal administrativo relacionado con la operación del tren, bajo estrictos protocolos de cadena de custodia. Asimismo, se revisa la documentación correspondiente al mantenimiento de las unidades ferroviarias que operan en el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, con el fin de identificar posibles omisiones o irregularidades en la supervisión técnica.
En el ámbito de la atención a las víctimas, la Fiscalía informó que una de las prioridades es la reparación integral del daño. Para ello, se trabaja de manera coordinada con la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), además de autoridades estatales y federales. Las necropsias de ley ya fueron concluidas y los resultados se integraron a la carpeta de investigación.
En estas acciones colaboran también la Fiscalía General de Justicia del Estado de Oaxaca, la Secretaría de Marina, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario y Protección Civil estatal.
Durante las primeras horas posteriores al accidente, algunos pasajeros participaron en labores de auxilio improvisadas, formando cadenas humanas para rescatar a personas lesionadas del interior de los vagones, mientras arribaban los cuerpos de emergencia.
Respecto al funcionamiento del pulser, autoridades explicaron que se trata de un registrador electrónico integrado a los sistemas de a bordo del tren, diseñado para resistir impactos y conservar información crítica en caso de accidentes. Este dispositivo permite reconstruir con precisión el comportamiento de la maquinaria durante la operación.
“Este dispositivo permite documentar con precisión los movimientos, velocidades y condiciones técnicas del convoy antes y durante el incidente”, explicó Morales Ángeles.
Los resultados del análisis técnico serán determinantes para establecer si el descarrilamiento fue consecuencia de una falla mecánica, un error humano o deficiencias en la infraestructura ferroviaria, así como para definir responsabilidades y prevenir futuros incidentes en el sistema ferroviario nacional.







