
El Toronto Star designa a Meghan Markle como la celebridad más decepcionante de 2025, citando proyectos fallidos y la falta de noticias sobre sus iniciativas
El 2025 no fue un año favorable para Meghan Markle. Según el Toronto Star, uno de los periódicos más influyentes de Canadá, la duquesa de Sussex ocupa el lugar de la celebridad “más decepcionante” del año. La publicación critica tanto sus proyectos como la gestión de su imagen pública y cuestiona la dirección que han tomado los Sussex desde su salida de la realeza.
Meghan, de 44 años, vivió alrededor de siete años en Toronto durante la grabación de la serie Suits, y en varias ocasiones ha expresado el afecto que siente por la ciudad, donde logró una vida relativamente normal pese a la fama. Allí también inició su relación con el príncipe Harry, quien la visitaba en secreto antes de que su romance se hiciera público. Toronto fue testigo del primer acto oficial de la pareja en los Juegos Invictus de 2017, y Harry recientemente agradeció a la ciudad por haberle dado “una esposa”, aunque ese cariño no evitó las críticas locales.
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En un artículo de opinión de Patricia Treble, el Toronto Star señala que Meghan contaba con todas las condiciones para consolidarse como una figura global tras su salida de la familia real, pero que en los últimos meses ha decepcionado a muchos. El texto aclara que no se trata de “un fracaso total”, pero destaca que la duquesa ha perdido protagonismo. Entre los puntos mencionados se incluyen la ausencia de noticias sobre una segunda temporada de su serie With Love y la falta de actualización de su podcast.
Otro aspecto crítico es el nuevo acuerdo de los Sussex con Netflix, que ha reducido el alcance de su contrato anterior, permitiendo ahora que la plataforma revise y apruebe sus proyectos antes de su producción. Además, en 2025, seis miembros clave del equipo de comunicación de la pareja renunciaron, incluyendo a James Holt, uno de sus asesores más cercanos desde el denominado Megxit. Algunos exempleados han minimizado públicamente su vínculo laboral con la pareja, describiendo la experiencia como complicada y adoptando irónicamente el apodo de “Club de Supervivientes de Sussex”.
La columna también sugiere que Meghan podría replantear su estrategia de imagen pública, mostrando una cercanía con el público como las Kardashian o, por el contrario, mantener un perfil discreto al estilo de Kate Middleton. La crítica principal radica en intentar conservar el título real sin asumir plenamente las responsabilidades que este conlleva.
El príncipe Harry también fue mencionado por su baja visibilidad pública durante el año, limitando su actividad más allá del trabajo con los Juegos Invictus. El artículo concluye que la pareja enfrenta un momento de evaluación sobre cómo proyectar su imagen y gestionar sus proyectos en el futuro.







