La detonación de granadas en la ceremonia del Grito de Independencia en Morelia en 208, sigue impune, sin avances, ni responsables
El toque de corneta despertó los recuerdos tatuados en la piel y en las memorias de los pobladores de Morelia. Este año, pocas víctimas y familiares a causa de las restricciones por COVID-19, pero suficientes para revivir la tragedia de aquél 15 de septiembre del 2008, cuando el hampa organizada rompió la cantera y decenas de cuerpos con granadas de alto poder.
El homenaje fue para los caídos y sus familias. Más de cien hogares de Michoacán destrozados por manos terroristas en un acto que, a doce años de haber cimbrado el corazón de Morelia, sigue impune, sin avances, explicaciones ni responsables y con un gobierno federal que guarda un ofensivo silencio, sin empatía ni apoyo a las víctimas.
Solo 42 segundos después, los campanazos tronaron en la torre principal de la Catedral de Morelia, vieja y muda testigo que, como la plancha de la plaza erigida en honor a Melchor Ocampo, se tiñó de lágrimas, de dolor, de terror y de sangre de los caídos.
Hasta ahí llegaron como cada año pequeños grupos de personas; unas víctimas directas, como Rita Alvarado, quien ahora enfrenta un nuevo daño colateral, al descubrírsele una esquirla alojada atrás de uno de sus ojos.
“Ahorita he estado mala de mis ojos porque me duele mucho y se me ponen rojos, y quizás me encontraron que creo que tengo una esquirla atrás de un ojo y están viendo eso, qué es lo que se puede hacer porque no me pueden operar”, relata Rita Alvarado Trejo, víctima de los granadazos en 2008.
Mientras que a María de Jesús Vázquez, la imagen de su hijo arrollado por la turba aterrada intentando salvar su vida, la sigue por donde quiera.
A 12 años del atentado del 15 de septiembre en Morelia, #Michoacán, autoridades estatales y locales rindieron un homenaje a las víctimas. @ElOpinadorTV#AbreLosOjos #ImagenNoticias con @franciscozea @imagenZea pic.twitter.com/NzkXqkRb1i
— Imagen Televisión (@ImagenTVMex) September 16, 2020
“Nunca se me va a olvidar lo que pasó hace doce años… Todos pensábamos que era un cuete pero al ver tanta sangre y tantas cosas, yo ya no supe dónde quedó mi muchacho. Se supone que somos víctimas federales pero de la federación no hemos tenido nada, solamente de aquí del estado que nos han apoyado pero de la federación nada, nada, nada”, explica la mujer.
A un lado de la placa alusiva a los caídos y sus dolientes, llegó también, solidaria, María Margarita Méndez Zamudio. Ella fue víctima de otro atentado, el de diciembre de 2009, ocurrido en la colonia Tres Puentes también de Morelia. Ahí, ella, embarazada, lloró la muerte de su hijita de tres años. Ese mismo día dio a luz a su bebé prematuro.
Y mientras unos y otros colocaron la ofrenda y montaron la guardia de honor, cornetas y tambores marcaron los tiempos del homenaje militar que se rinde a los caídos, a las víctimas, a quienes han fallecido por causas como las de aquél 15 de septiembre de 2008, cuando a Michoacán le asestaron un golpe tan fuerte, tan grande que hasta los principales mercados financieros del mundo colapsaron en uno de los días más oscuros de la historia.
Con información de Miguel García Tinoco
IPR
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