La organización Human Rights Watch externró su preocupación respecto a que los abusos se intensifiquen cuando Donald Trump asuma la presidencia de EU
La patrulla fronteriza está a maltratando y engañando a mexicanos solicitantes de asilo, los únicos migrantes que ahora llegan a la frontera estadunidense, informó la organización Human Rights Watch.
El organismo expresó su preocupación de que los abusos se intensifiquen en unas semanas, cuando asuma la presidencia Donald Trump, quien prometió sellar la frontera a la migración y realizar la mayor deportación en la historia del país.
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Vicky Gaubeca, codirectora de la organización para Asuntos de Inmigración y Política Fronteriza de EU, dijo que cuando los paisanos se han entregado en la frontera, “los agentes de la patrulla fronteriza a menudo han sido abusivos y parecen no estar dispuestos a seguir las normas de derechos humanos de Estados Unidos e internacional”.
Todo proceso de asilo inicia cuando las personas que huyen de su país se rinden ante oficiales federales, como los patrulleros fronterizos, a quienes explican que temen regresar y desean pedir refugio.
Pero, de acuerdo con testimonios que ha recogido Human Rights Watch, “los agentes de la patrulla fronteriza ignoran las preocupaciones de los solicitantes de asilo, diciéndoles que el asilo ya no existe en EU o los intimidan”.
La organización siguió a 40 solicitantes mexicanos de asilo quienes, independientemente de dónde se entregaron en la frontera, fueron expulsados por Nogales, Sonora.
INSULTOS, MALDICIONES…
Tres de cada cuatro dijeron que “no se les dio la oportunidad de decir nada más sobre sus temores o presentar solicitudes de asilo; algunos dijeron que los agentes de la patrulla fronteriza les gritaron insultos y maldiciones”.
Durante tres días que estuvieron detenidos, los agentes sólo les hablaron en inglés, pese a que los solicitantes de asilo sólo hablan español.
Un reporte de la organización dice que también les arrancaron la ropa y se quitaron cordones de zapatos y de su ropa para evitar que, en su desesperación, los migrantes pudieran atentar contra sí mismos al negarles toda posibilidad de asilo.
Una familia de mujeres y niños que huyó de San Miguel el Grande, Oaxaca, fue deportada a Nogales, Sonora, menos de 24 horas después de entregarse en la frontera.
Dora Rodríguez, directora de la organización Salvavision, una organización sin fines de lucro que ofrece ayuda y apoyo a inmigrantes y deportados, dijo que nunca había sido testigo de este nivel de trato cruel.
“Creo que esto está sucediendo porque la administración Biden está queriendo dar la impresión de que tienen que ser crueles al final del periodo de gobierno”.
Human Rights Watch explicó que desde hace medio año la administración Biden cerró la frontera a las peticiones de asilo como medida de control al flujo de solicitante.
