Habitantes de Chimalhuacán, Estado de México, han denunciado una serie de agresiones perpetradas por el policía municipal identificado como Pablo “N”, en complicidad con su esposa e hijo.
A raíz de la difusión de un ataque ocurrido por un conflicto de estacionamiento, más víctimas han alzado la voz para exponer otros hechos violentos protagonizados por el mismo agente.
Uno de los testimonios más recientes fue el de José Antonio Carballo, quien afirmó que en 2015 fue agredido por el policía, quien le fracturó un brazo, además de que su esposa también fue golpeada durante el altercado. Carballo hizo un llamado a las autoridades para que actúen contra el uniformado, con el fin de evitar que más familias sean afectadas por este tipo de abusos.
El hecho más reciente ocurrió el pasado 17 de julio, cuando Pablo “N” y su hijo confrontaron al vecino Juan Carlos por estacionar su camioneta frente a su domicilio. Al ignorar su exigencia, ambos lo agredieron físicamente y también golpearon a su esposa, Berenice, quien ahora utiliza un collarín por las lesiones sufridas y teme por la seguridad de su familia.
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Tras el ataque, una familiar de Juan Carlos acudió al domicilio para cerrar la casa y fue golpeada por una mujer policía en servicio, presuntamente la esposa de Pablo “N”. A pesar de los señalamientos, las autoridades municipales solo han informado que el oficial ha sido suspendido temporalmente, sin aclarar si enfrentará un proceso penal o será destituido definitivamente.
Vecinos aseguran que no es la primera vez que el agente y su familia incurren en este tipo de conductas, y acusan a la policía de Chimalhuacán de no actuar pese a las reiteradas denuncias.
