
Letitia James, fiscal general del estado de Nueva York y una de las principales figuras que logró llevar a juicio al expresidente Donald Trump, fue formalmente acusada de fraude, situación que ha generado un fuerte debate político en Estados Unidos.
James, conocida por ser una férrea opositora del exmandatario republicano, es la segunda figura crítica de Trump en enfrentar cargos judiciales en las últimas semanas, lo que ha llevado a denuncias de persecución política.
Según los reportes, James, de 66 años, fue imputada por un gran jurado en Alexandria, Virginia, bajo cargos de fraude hipotecario y por su presunta participación en la adquisición de una propiedad a nombre de su sobrina en ese estado. Las acusaciones incluyen fraude bancario y proporcionar información falsa a una entidad financiera. Estas se dieron apenas un día después de que el exdirector del FBI, James Comey —otro opositor de Trump— se declarara inocente en un caso distinto.
Ambas causas están siendo impulsadas por Lindsey Halligan, fiscal federal designada por el presidente Donald Trump. Estos procesos se reactivaron a pesar de que el anterior fiscal del Distrito Este de Virginia, Erik Siebert, había renunciado tras informar al Departamento de Justicia que no existían elementos suficientes para proceder con acusaciones formales.
En medio de esta oleada de procesos, Trump ha intensificado públicamente su llamado a que se tomen acciones legales contra quienes considera sus enemigos políticos. Recientemente, instó a la fiscal Pam Bondi a iniciar investigaciones en contra de James, Comey y otros personajes que han sido críticos de su administración.
Letitia James se ganó la atención nacional cuando, después de la salida de Trump de la presidencia en 2021, presentó una demanda civil en su contra por fraude, acusándolo a él y a su organización de inflar artificialmente su patrimonio neto y alterar el valor de sus bienes raíces para obtener condiciones más ventajosas en préstamos bancarios e instrumentos de seguros.
Como resultado de ese proceso, un juez en Nueva York ordenó a Trump pagar una multa de 464 millones de dólares. No obstante, una corte de apelaciones eliminó la sanción económica, aunque confirmó la sentencia sobre el fondo del caso.
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Además de las acciones contra James y Comey, Trump también ha pedido el enjuiciamiento del senador demócrata Adam Schiff y de su exasesor de Seguridad Nacional, John Bolton, evidenciando una estrategia más amplia de presión hacia sus opositores políticos.
En el caso de James Comey, de 64 años, los cargos incluyen realizar declaraciones falsas al Congreso y obstaculizar procedimientos legislativos. La audiencia judicial ya tiene fecha y se celebrará el próximo 5 de enero. En caso de ser hallado culpable, Comey podría enfrentar una pena máxima de hasta cinco años de prisión.
Su abogado, Patrick Fitzgerald, ha señalado que planean solicitar la anulación del caso, argumentando que se trata de una represalia política y un acto de persecución selectiva. La acusación está relacionada con su testimonio de 2020 ante el Comité Judicial del Senado, cuando abordó su rol en la investigación sobre una posible injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016.
Comey fue designado director del FBI por el entonces presidente Barack Obama en 2013 y fue destituido por Trump en 2017, en pleno desarrollo de la pesquisa sobre los vínculos entre el equipo del republicano y el gobierno de Moscú.
Desde su retorno al poder en enero, Trump ha tomado diversas acciones contra quienes lo han enfrentado en el pasado, incluyendo despidos de funcionarios clave, bloqueos a despachos legales involucrados en litigios anteriores y la suspensión de fondos federales destinados a instituciones académicas.