
Víctimas del Opus Dei en Argentina solicitaron acelerar una causa judicial por trata y servidumbre que investiga abusos cometidos desde la década de 1970
Un grupo de 43 mujeres que denunciaron haber sido víctimas de explotación dentro del Opus Dei en Argentina reclamó a la Justicia federal que acelere una investigación penal por los delitos de trata de personas y reducción a la servidumbre, presuntamente cometidos durante varias décadas. La causa, iniciada en 2021, abarca hechos que se remontan a la década de 1970 y continúa abierta.
El reclamo fue expuesto en Buenos Aires durante la primera cumbre internacional de Ending Clergy Abuse, un encuentro que reunió a víctimas, periodistas y especialistas legales para analizar casos de abusos dentro de instituciones religiosas. De acuerdo con los organizadores, se trata de la única denuncia de este tipo presentada contra la Iglesia Católica por un esquema sistemático de explotación de mujeres.
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“Lo que le estamos pidiendo a la Justicia argentina es que acelere el proceso”, dijo Sebastián Sal, abogado querellante de la causa iniciada en 2021 por 43 mujeres, que dijeron que habían sido engañadas y sometidas a explotación por el Opus Dei como sirvientas sin remuneración en condiciones de semi-encierro desde que eran adolescentes en Argentina.
El abogado sostuvo que la denuncia apunta a responsabilidades en los niveles más altos de la organización. “También estamos pidiendo la imputación del número 1 del Opus Dei, Fernando Ocáriz, porque sabemos que él estaba al tanto de todo esto y no solo lo permitió sino que lo dirigió”, agregó, al señalar que el caso tiene un componente de género, ya que las denominadas numerarias auxiliares eran exclusivamente mujeres.
La investigación podría ampliarse en las próximas semanas, debido a que al menos seis mujeres más prevén brindar testimonio. Los delitos investigados contemplan penas de hasta 15 años de prisión. Sal explicó que el objetivo es lograr condenas y una reparación económica para las víctimas, y advirtió que aún habría alrededor de 10 numerarias auxiliares mayores de 60 años en centros del Opus Dei en Argentina, algunas con problemas de salud y bajo condiciones similares a las denunciadas.
Durante la conferencia, mujeres de Argentina, España, Guatemala, Irlanda, Chile y El Salvador relataron experiencias coincidentes. Indicaron que fueron captadas cuando eran niñas o adolescentes de familias de bajos recursos, a quienes se les prometían estudios que luego resultaban inexistentes o sin validez oficial. Según sus testimonios, realizaban tareas domésticas por más de 12 horas diarias, sin salario ni vacaciones y con restricciones severas de contacto con el exterior.
Apenas llegué, me pusieron a trabajar. Nunca empezó el colegio (…) Lo que más hicieron hincapié en que yo tenía vocación para ser numeraria auxiliar, que había sido elegida desde la eternidad”, agregó.
Las denunciantes esperan que el Vaticano adopte medidas concretas y confían en que el actual pontífice continúe la línea de apertura iniciada por su antecesor. “¿Por qué ahora? El Papa Francisco abrió el juego a que estos temas empezaran a tratarse. Hoy el Opus Dei está bajo la lupa de la propia institución, que quiere depurar lo malo de lo bueno. Y este papa actual continuó con la idea”, dijo Sergio Salinas Giordano, abogado y director de Ending Clergy Abuse.







