
La producción de varilla en México enfrenta un revés significativo luego de que fallas en el suministro eléctrico obligaran a detener las operaciones en una de las principales plantas de ArcelorMittal, ubicada en Lázaro Cárdenas, Michoacán.
Dos apagones registrados el pasado 22 de julio provocaron daños severos en la infraestructura de la unidad “Las Truchas”, lo que derivó en la salida de operación de su alto horno, equipo esencial para la elaboración de aceros largos.
Esta paralización impactaría directamente cerca de 30% de la capacidad productiva nacional de aceros largos, insumo clave para la industria de la construcción y se estima que la interrupción de actividades podría extenderse por un periodo de entre cuatro y seis meses. Según testimonios, el incidente provocó un daño irreversible en tres de las cuatro turbinas de vapor que sostienen el funcionamiento continuo del alto horno.
Ante esta situación, la compañía se vio forzada a “embancar” el equipo —término técnico derivado de “poner en banca” que designa el paro temporal o permanente de un horno—, lo cual detendrá el flujo de palanquilla, materia prima fundamental para la producción de varilla. En una comunicación enviada por el director de la siderúrgica, Víctor Cairo, describió el evento como un caso de fuerza mayor y anticipó retrasos e incumplimientos en sus compromisos contractuales, derivados de las condiciones técnicas que impiden mantener sus operaciones regulares.
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La planta afectada en Lázaro Cárdenas era la única con alto horno en funcionamiento en el país tras el colapso de Altos Hornos de México (AHMSA). Su inactividad temporal ha generado preocupación entre otras acereras, que temen un desbalance ante la posible apertura a importaciones de varilla desde Asia pues, según representantes de la industria, este tipo de coyunturas suelen aprovecharse para justificar compras externas que desplazan la oferta nacional, pese a que existe capacidad instalada en México para responder al déficit.
Esto sucede en un contexto delicado a pocos días de que Estados Unidos defina nuevas medidas comerciales que podrían incluir aranceles al acero mexicano, lo cual añade presión a un sector que ya enfrenta volatilidad en la demanda y que, incluso, pudiera detonar incrementos en los precios en el mercado nacional.