
La bailarina Yoana de la Cruz se disculpó tras la controversia generada por su espectáculo del Grito de Independencia en Reforma, Chiapas, donde utilizó la bandera nacional
La celebración del Día del Grito de Independencia en Reforma, Chiapas, estuvo marcada por una polémica que desató intensas reacciones en redes sociales. Durante el espectáculo organizado por el ayuntamiento, la bailarina Yoana de la Cruz, conocida popularmente como “La Pony”, realizó una presentación en la que utilizó la bandera de México como parte de su coreografía, acción que generó críticas por considerarse una falta de respeto a los símbolos patrios.
Frente al debate que surgió, la bailarina publicó un mensaje en video para ofrecer disculpas a la ciudadanía. En la grabación, difundida en sus redes sociales, se identificó como licenciada en psicología educativa, emprendedora y maquillista profesional. Señaló que su intención nunca fue ofender la memoria nacional y explicó que su vestuario había sido confeccionado por ella misma, inspirado en indumentarias tradicionales de su región.
“Me disculpo con todas las personas que se sintieron ofendidas, no fue mi intención faltar al respeto a los símbolos patrios”, expresó la bailarina. Añadió que su presentación buscaba únicamente entretener y brindar un momento de alegría en el marco de la conmemoración.
Las declaraciones de Yoana de la Cruz buscan dar por concluida la controversia y remarcar que el espectáculo no pretendía ser una provocación, sino un acto artístico. Su disculpa, además, refleja un intento por restablecer la comunicación con la comunidad y reconocer la importancia de los emblemas nacionales como representación de la identidad mexicana.
La polémica también atrajo la reacción de la colectiva feminista 50+1 Chiapas, que difundió un comunicado donde condenó la puesta en escena al señalar que “lo que debería haber sido una ceremonia cívica para honrar nuestra historia se ha transformado en un espectáculo que cosifica a las mujeres y desvirtúa por completo el sentido de la conmemoración”. La agrupación calificó el evento como un acto de violencia simbólica y cuestionó el uso de recursos públicos para contratar ese tipo de presentaciones.
El pronunciamiento también señaló la presencia del alcalde de Reforma, Pedro Ramírez, en el escenario y exigió transparencia respecto a la organización del evento. El edil publicó inicialmente un mensaje en Facebook defendiendo la celebración, pero eliminó la publicación horas más tarde. Hasta el momento, no ha emitido una disculpa pública ni una postura oficial sobre lo sucedido.
La situación ha puesto en debate el papel de las autoridades municipales en la organización de eventos cívicos y la necesidad de garantizar que las conmemoraciones patrias conserven un carácter de respeto, memoria histórica y sentido comunitario.