
Aunque suele asociarse con efectos negativos, diversos estudios indican que beber cerveza con moderación podría ofrecer beneficios para la salud física y mental
Aunque muchos la consideran una bebida que solo debe disfrutarse con precaución, recientes investigaciones han revelado que la cerveza, consumida de forma moderada, puede contribuir positivamente a la salud. Contrario a la creencia popular que la vincula con el aumento de peso o problemas hepáticos, diversos estudios científicos indican que su ingesta controlada tiene efectos beneficiosos en distintas funciones del cuerpo.
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De acuerdo con las Guías Alimentarias para Estadounidenses, un consumo moderado equivale a una cerveza diaria para las mujeres y hasta dos para los hombres.
Aporte nutricional más allá de su sabor
La cerveza no solo ofrece un sabor distintivo, también aporta nutrientes relevantes. Gracias a su proceso de fermentación y a ingredientes como la cebada y el lúpulo, esta bebida contiene proteínas y vitaminas del complejo B.
Una investigación publicada en la Revista Estadounidense de Ciencias Médicas asegura que la cerveza contiene más proteínas y vitaminas del complejo B que el vino, y que su contenido antioxidante es similar al de este. La diferencia está en el tipo de flavonoides: los que provienen del lúpulo y la cebada son distintos a los de la uva.
Menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2
Un estudio respaldado por la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes mostró que quienes consumen cerveza entre tres y cuatro veces por semana tienen un menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Particularmente en los hombres, se detectó que aquellos que beben entre una y seis cervezas semanales tienen 21% menos riesgo de padecer esta enfermedad, comparado con quienes no la beben.
Aliada del corazón
Aunque el vino ha sido por años la bebida estrella cuando se habla de salud cardiovascular, la cerveza no se queda atrás. Un estudio presentado durante las Sesiones Científicas de la Asociación Americana del Corazón en 2016 dio seguimiento a más de 80 mil personas durante seis años. Los resultados mostraron que quienes bebían cerveza con moderación mantenían por más tiempo niveles estables de colesterol HDL, conocido como el colesterol “bueno”.
Beneficios para los huesos
El silicio es un mineral poco mencionado pero esencial para la salud ósea, y la cerveza contiene cantidades significativas de este componente.
Según una investigación del International Journal of Endocrinology, el consumo moderado de esta bebida está asociado con una mejor densidad mineral ósea, lo que puede ayudar a prevenir fracturas y enfermedades como la osteoporosis.
Cerveza y salud cerebral
El silicio no solo beneficia a los huesos: también podría proteger al cerebro. Un equipo de la Universidad Loyola de Chicago encontró que las personas que beben cerveza con moderación presentan 23% menos probabilidades de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer o demencia.
Propiedades antiinflamatorias
El lúpulo, uno de los ingredientes clave de la cerveza, contiene compuestos con propiedades antiinflamatorias. Un estudio publicado en Molecular Nutrition & Food Research identificó que dichos compuestos pueden inhibir procesos inflamatorios en el cuerpo, lo cual es relevante si se considera que la inflamación crónica está vinculada con múltiples enfermedades.
Moderación, la clave del beneficio
Todos estos beneficios están condicionados a un consumo responsable. El abuso en la ingesta de cerveza puede revertir estos efectos positivos y generar múltiples riesgos para la salud. Por eso, antes de hacer de esta bebida parte de tu rutina, conviene consultar con un especialista.