
La boda de Jeff Bezos y Lauren Sánchez en Venecia dividió a la ciudad entre las críticas por el exceso de turismo y la expectativa de ganancias millonarias
Jeff Bezos y Lauren Sánchez celebraron su boda en Venecia con una ceremonia que generó tanto fascinación como inconformidad entre residentes y comerciantes de la ciudad italiana, que lidia con el turismo masivo y la necesidad de ingresos. El evento, uno de los más costosos realizados en la ciudad, alcanzó un valor cercano a los 50 millones de dólares, mientras la pareja intercambiaba votos en medio de una semana de festejos y visitas de celebridades.
El Ministerio de Turismo de Italia reportó que los gastos directos de la pareja ascendieron a 28.4 millones de euros, aunque se espera que la proyección mediática de la boda alcance hasta mil millones de dólares en beneficios potenciales, cifra que aún debe comprobarse, según las autoridades.
La boda se realizó en la isla de San Giorgio Maggiore, frente al Arsenal, donde se instaló un anfiteatro al aire libre con vista a la plaza de San Marco. El evento incluyó la participación de Matteo Bocelli, hijo de Andrea Bocelli, y una amplia lista de invitados que incluyó a Kim Kardashian, Leonardo DiCaprio, Ivanka Trump, Kendall y Kylie Jenner, Oprah Winfrey, Tom Brady y Usher, entre otras figuras del entretenimiento y la política.
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Según medios locales, Lauren Sánchez planeó utilizar 27 vestidos durante las celebraciones en el hotel Aman, un palacio renacentista que no tenía habitaciones disponibles por la alta demanda y cuyos costos por noche superan los dos mil euros.
“Miren a su alrededor. Esta ciudad parece imposible, no puede existir, y sin embargo aquí está”, dijo Bezos en un video difundido por La Repubblica mientras recorría Venecia con Lauren Sánchez en una lancha.
A pesar de las protestas de activistas que exigieron frenar el uso de Venecia como escenario de lujo bajo el lema “No space for Bezos”, las autoridades locales defendieron el impacto económico del enlace, destacando que Bezos donará tres millones de euros a proyectos de protección de la laguna y a instituciones culturales. Luca Zaia, presidente de la región del Véneto, aseguró que “el 80 por ciento de los gastos de esta boda, cuyo costo se estima en al menos 40 millones de euros, tendrá un impacto en nuestras empresas y nuestros residentes”.
Sin embargo, activistas como Alice Bazzoli de 24 años expresaron su rechazo, señalando que “esta boda causa problemas en la ciudad: además de cierres de canales y controles más estrictos, hubo también una represión a los miembros de Extinction Rebellion, una organización ecologista”.
Greenpeace también denunció los efectos medioambientales del evento, señalando la llegada de invitados en jets privados mientras Venecia enfrenta las consecuencias de la crisis climática. Para algunos comerciantes, como Samuel Silvestri, la boda es positiva pues “transforma Venecia en un pequeño Montecarlo”, mientras que para habitantes como Chiara Trabuio “esta boda es aceptable hasta cierto punto porque genera dinero, pero va contra la cultura y la naturaleza de la ciudad”.
Aunque no es la primera boda de celebridades en Venecia, el perfil de Bezos y su fortuna cercana a los 215 mil millones de dólares intensificaron el debate sobre el turismo de lujo, la sostenibilidad y la preservación del patrimonio cultural en la icónica ciudad de los canales.