
El primer ministro de Camboya nominó a Donald Trump al Nobel de la Paz, destacando su intervención para frenar enfrentamientos con Tailandia
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sumó un nuevo respaldo internacional para su aspiración al Premio Nobel de la Paz. El jueves, el primer ministro de Camboya, Hun Manet, envió una carta al Comité Noruego del Nobel en la que propuso al mandatario estadounidense como candidato, resaltando su actuación para frenar una escalada bélica con Tailandia.
La propuesta llegó poco después de que Washington y Phnom Penh alcanzaran un acuerdo comercial que redujo de manera significativa el arancel inicialmente previsto para los productos camboyanos. La tarifa, que iba a ser del 49 por ciento, quedó finalmente en 19 por ciento, lo que alivió la tensión económica que enfrentaba el país asiático.
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En su misiva, Hun Manet subrayó que “la extraordinaria capacidad política del presidente Trump, marcada por su compromiso con la resolución de conflictos y la prevención de guerras catastróficas mediante una diplomacia visionaria e innovadora, quedó demostrada recientemente en su decisivo papel al negociar un alto el fuego inmediato e incondicional entre Camboya y Tailandia”.
El mensaje, publicado en la página oficial de Facebook del líder camboyano, también fue enviado formalmente al organismo que otorga el prestigioso galardón. Trump ya había sido postulado por el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y por el gobierno de Pakistán, ambos argumentando que sus gestiones diplomáticas habían favorecido la paz en sus respectivas regiones.
El conflicto que motivó la nominación tuvo lugar entre el 24 y el 29 de julio, cuando tropas camboyanas y tailandesas intercambiaron fuego a lo largo de una frontera disputada. Los enfrentamientos incluyeron bombardeos, ataques aéreos y lanzamientos de cohetes, dejando un saldo de al menos 42 muertos y más de 300 mil desplazados.
Trump intervino advirtiendo a ambas naciones que suspendería las negociaciones comerciales si no alcanzaban un acuerdo de alto el fuego. Dos días después, delegaciones de Camboya y Tailandia se reunieron en Malasia y pactaron detener las hostilidades. Sin embargo, el ambiente en la zona limítrofe continúa siendo tenso y persisten las acusaciones mutuas.
Algunos especialistas se muestran escépticos ante este tipo de intervenciones. El exembajador de Estados Unidos en Camboya, Charles A. Ray, cuestionó la falta de soluciones de fondo. “Está bien que amenaces a alguien y que deje de hacer lo que está haciendo por un momento, pero ¿qué van a hacer cuando les des la espalda o cuando nuestra atención esté centrada en otra cosa?”, dijo. Añadió que “mi preocupación es que cuando se trata de transacciones, se buscan ganancias a muy corto plazo y no se ofrecen soluciones a largo plazo”.