
Un cartel con un mensaje abiertamente antisemita colocado en una tienda de Flensburg, al norte de Alemania, ha desatado una fuerte ola de indignación en todo el país.
La nota, escrita a mano por el propio dueño del establecimiento, decía: “¡Los judíos no son bienvenidos aquí! Nada personal. No es antisemitismo. Simplemente, no los soporto”. El letrero fue exhibido el miércoles en el escaparate del negocio de Hans Velten Reisch, situado en la calle Duburger, provocando reacciones inmediatas de autoridades, políticos y ciudadanos.
La Policía fue alertada del hecho alrededor de las 18:45 horas de ese mismo día. De acuerdo con el portavoz policial Philipp Renoncourt, agentes retiraron el cartel “para evitar peligros” y prevenir una escalada o alteración del orden público. Sin embargo, el mensaje no desapareció por completo: reporteros locales informaron que, aunque ya no estaba en el escaparate, ahora se podía ver en una pared justo frente a la puerta dentro de la tienda.
El episodio encendió las redes sociales, donde usuarios expresaron su indignación y repudio. Muchos recordaron los capítulos más oscuros de la historia alemana y lo compararon con prácticas de la era nazi. Hubo llamados a boicotear el negocio, peticiones para dar a conocer su ubicación e incluso amenazas de vandalismo. Para el jueves por la mañana, el escaparate ya aparecía manchado con pintas como “Fuera nazis”.
El alcalde de Flensburg, Fabian Geyer, reaccionó de inmediato. En declaraciones a la prensa, señaló que este hecho “recuerda los capítulos más oscuros de la historia de Alemania y no tiene cabida en esta ciudad”. Afirmó que el mensaje no podía considerarse libertad de expresión, sino “una clara declaración de odio contra la comunidad judía”.
Los partidos políticos también condenaron el suceso. Los Verdes de Flensburg calificaron el aviso como “una expresión explícita de antisemitismo” que trivializa las experiencias históricas de los judíos, relativiza los crímenes nazis y ataca los principios de una sociedad abierta. Kianusch Stender, legislador estatal del SPD, enfatizó que “Flensburg es una ciudad abierta y diversa que, por su responsabilidad histórica, debe oponerse al antisemitismo en todo momento y lugar”. La exalcaldesa Simone Lange (SPD) anunció en Facebook que ella misma presentó una denuncia ante la Policía.
La reacción trascendió la ciudad. Felix Klein, comisionado del Gobierno Federal para la Vida Judía en Alemania y la Lucha contra el Antisemitismo, calificó el caso como “un ejemplo claro de antisemitismo” y exigió una intervención firme. Celebró que ya se hayan presentado denuncias y destacó las similitudes con las persecuciones de la época nazi. En la misma línea, la ministra federal de Educación, Karin Prien (CDU), declaró que “quien exprese y justifique el antisemitismo atenta contra los valores de nuestra convivencia democrática” y pidió una respuesta contundente de las autoridades.
El eurodiputado Rasmus Andresen (Verdes) también manifestó su “profunda condena” ante lo que describió como un “signo inhumano”, e instó a evaluar si la Oficina de Orden Público podía tomar medidas. Además, hizo un llamado a la Unión Europea para que se consolide como una comunidad de derechos humanos que proteja a todas las personas de la discriminación.
Por su parte, Hans Velten Reisch rechazó ser catalogado como extremista. En una entrevista con Förde.news, afirmó que se considera “un poco de izquierda, un poco de derecha, pero no radical” y recalcó: “No soy nazi”. Criticó lo que considera un uso excesivo de términos como “racismo” en el discurso actual, señalando que “hoy te llaman nazi hasta por pedir un ‘schnitzel gitano’”.
Durante la conversación, Reisch expresó su descontento con la política y la sociedad, lanzando críticas a la burocracia, a la cobertura mediática y a la política alemana hacia Israel, a la que tildó de “hipócrita”. Según explicó, decidió dejar de atender a clientes que, a su juicio, apoyan la guerra de Israel: “No necesito gente así ni en mi negocio ni en mi vida”. Aclaró, no obstante, que no tiene inconveniente con judíos que se distancien abiertamente del conflicto: “Ellos también pueden venir a tomar un café”.
La Fiscalía de Flensburg confirmó que investiga el caso. La Policía informó a la revista Stern que ya se han recibido al menos cuatro denuncias contra Hans Velten Reisch y que se evalúa la posible imputación por incitación al odio y otros delitos relacionados con el discurso de odio.