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Childfree… ¿Intolerancia o discriminación? #ElOpinador

A la par de lo que pasa en México, en el mundo crece algo llamado Childfree o Libre de niños, una tendencia que ya levanta una interesante polémica

El viernes pasado cerramos con la noticia de Yeshua, un pequeño de 5 años que había sido robado por unos sujetos a pesar de los esfuerzos de su hermanita por impedirlo a costa de su vida, y el de sus padres y vecinos que persiguieron a los delincuentes.

Luego de la viralización del caso en redes sociales y el trabajo conjunto entre Alerta Amber y autoridades, Yeshua fue localizado en otro poblado y entregado a sus familiares con no más que el susto y una gran lección para todos los involucrados.

¿Qué tanto nos estamos ocupando de nuestros niños? Pues a la par de lo que pasa en México, en el mundo crece algo llamado Childfree o Libre de niños, una tendencia que inició como un movimiento de respeto hacia persona que no querían tener hijos, pero que ha derivado en la solicitud o pago por espacios o servicios que garanticen que el cliente quedará aislado de menores, un tema que ya levanta una interesante polémica.

Por ejemplo Japan Airlines ofrece a sus clientes identificar lugares donde habrá niños menores de 2 años durante el vuelo, para que así los pasajeros puedan mover sus asientos. También hay restaurantes u hoteles donde se impide la entrada a menores para que los clientes puedan estar tranquilos o incluso pasear con sus perros sin que estos sean molestados por niños.

Pero ¿dónde está esa delgada línea entre la intolerancia o la discriminación? Porqué armamos un escándalo cuando se afecta a una minoría o se le prohíbe el acceso a un negro, a un homosexual o a un indígena, pero somos indiferentes cuando esto le pasa a un niño?

Sí, sabemos que hay niños que no han sido educados para comportarse frente a los demás. Y que hay lugares con atracciones y contenidos pensados sólo en mayores de edad. Pero, porqué ir contra las garantías de los menores y no por la formación de los padres, sobre la buena convivencia social.

Se nos olvida que la infancia es una etapa en desarrollo y que son personas que están aprendiendo cómo se mueve el mundo. Un mundo que en muchas ocasiones ven mejor ellos, pues a nosotros la intolerancia nos ha empezado a afectar cada vez más. 

Por lo pronto no desvaloricemos la humanidad de los niños y desde aquí va un agradecimiento a quienes hicieron sociedad al poner su granito de arena en la búsqueda de Yeshua.

Continuemos esta práctica viralizando las alerta Amber y entre todos cuidemos a nuestras niñas y niños, pues eso sí nos hará una mejor sociedad.

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