
Cirujanos chinos logran injertar un hígado porcino modificado genéticamente en un paciente humano, ofreciendo esperanza para quienes esperan órganos.
Un equipo de cirujanos en China ha alcanzado un avance histórico en la medicina moderna: por primera vez, un ser humano recibió un trasplante de hígado proveniente de un cerdo. Este logro representa una alternativa prometedora frente a la escasez mundial de órganos y podría transformar los trasplantes de pacientes con enfermedades hepáticas terminales.
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Xenotrasplantes: la frontera entre especies
El término xenotrasplante se refiere a la transferencia de órganos, tejidos o células de animales a humanos. La técnica comenzó a desarrollarse en la década de 1960 y, aunque en sus inicios fue controvertida, los avances en ingeniería genética, inmunología y medicina traslacional han permitido perfeccionarla.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que solo uno de cada diez pacientes que necesita un trasplante recibe un órgano humano a tiempo. Esto ha impulsado la investigación de órganos animales modificados genéticamente como solución a la creciente demanda.
Detalles del trasplante histórico
El procedimiento, documentado en The Journal of Hepatology, se realizó a un paciente de 71 años con un tumor hepático avanzado. Los cirujanos extrajeron el lóbulo derecho afectado y lo reemplazaron con un segmento de hígado de cerdo injertado en el lóbulo izquierdo.
El injerto funcionó correctamente: produjo bilis, sintetizó factores de coagulación y no fue rechazado por el sistema inmunológico del paciente, lo que permitió que su hígado regenerara su tejido.
Ingeniería genética clave para el éxito
El cerdo donante, de la raza Diannan, fue modificado genéticamente para aumentar la compatibilidad con humanos. Entre las 10 modificaciones realizadas destacan:
- Eliminación de genes porcinos que provocan rechazo agudo (GGTA1, CMAH y β4GalNT2).
- Introducción de proteínas humanas protectoras (CD46, CD55 y CD59).
- Incorporación de genes que regulan la coagulación y ayudan al tejido a evadir el sistema inmune (CD39, TBM, EPCR y CD47).
Los animales fueron criados en condiciones libres de patógenos específicos (SPF), bajo estricta bioseguridad, para minimizar riesgos de transmisión de enfermedades.
Implicaciones para la medicina del futuro
Este caso pionero ofrece información clave sobre la viabilidad de los xenotrasplantes y plantea tres áreas críticas para su desarrollo:
- Optimización de modificaciones genéticas en animales donantes.
- Uso de fármacos inmunosupresores precisos que mantengan la aceptación del órgano.
- Control riguroso de la coagulación para evitar complicaciones trombóticas.
Según expertos, el hígado es uno de los órganos más complejos de reemplazar debido a sus múltiples funciones vitales, como desintoxicación y regulación metabólica. Este avance abre nuevas posibilidades para pacientes con insuficiencia hepática severa y podría reducir la escasez global de órganos si futuros ensayos clínicos confirman su eficacia.
A pesar de los retos éticos, inmunológicos y regulatorios pendientes, este trasplante marca un precedente histórico que podría allanar el camino para que los xenotrasplantes se integren como una opción médica habitual en los próximos años.
Con información de Excelsior