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Cinco opciones de novela negra para leer durante la cuarentena

En la novela negra, los crímenes reflejan ambientes sórdidos de los sectores marginados de la sociedad, llenos de injusticia, inseguridad y corrupción

Favorita de muchos, la novela policíaca es un género narrativo en donde la trama consiste alrededor de resolver un misterio de tipo criminal, a manos de su protagonista que suele ser un policía o un detective, con un ritmo rápido, movido y frecuentemente violento, no tan intelectual e inquisitivo como en la narrativa policíaca inglesa.

Muchas veces, el personaje es recurrente a lo largo de varios libros de un mismo autor, que, mediante la observación, el análisis y el razonamiento deductivo, consigue finalmente averiguar cómo, dónde, por qué se produjo determinado crimen y quién lo ejecutó. 

El apelativo de “novela negra” se debe a la atmósfera asfixiante de miedo, violencia, injusticia, inseguridad y corrupción del poder político, pero sobre todo a que aquellos relatos se publicaron por vez primera en la revista Black Mask de 1920 y en la Série Noire de la editorial francesa Gallimard de 1945.

Teniendo como contexto la crisis económica desatada tras la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y la Gran Depresión de 1929, es que surgen las primeras historias policíacas inspiradas por la entrada en vigor de la ley seca vigente entre 1920 y 1933, así como el subsiguiente desarrollo del crimen organizado y el gansterismo.

A diferencia de los relatos británicos como Sherlock Holmes, donde los crímenes ocurrían entre las clases sociales acomodadas, en la novela negra se reflejan ambientes sórdidos de los sectores marginados.

Difundidas originalmente en revistas de papel barato para el proletariado, tanto el protagonista de la novela negra como los criminales suelen cruzar la barrera entre el bien y el mal, pero el detective siempre termina salvándose gracias a un sentido del honor personal.

The Untouchables

Autobiográfica de Eliot Ness coescrita con Oscar Fraley, publicada en 1957 en la que relata sus vivencias como agente federal que luchaba contra el crimen en Chicago a fines de la década de 1920 y principios de la década de 1930.

Trabajando con un equipo especial de agentes apodado The Untouchables (Los Intocables), el libro está escrita en estilo anecdótico en primera persona, como si fuera directamente de las reminiscencias de Ness, inspirando la popular serie de televisión que se transmitió entre 1959 y 1963, y una película en 1987.

El complot mongol 

Escrito por Rafael Bernal y publicado en 1969, es considerado por la crítica y especialistas como el fundador del género de la novela negra en México, siendo adaptado al cine en varias ocasiones, así como para radionovela y novela gráfica.

La historia, ubicada en la década de 1960, se centra en un supuesto complot orquestado por China en México para matar al presidente de Estados Unidos.

Así, Filiberto García, detective de la Ciudad de México, deberá impedir que esto ocurra, para lo cual deberá trabajar con agentes del FBI y la KGB, y adentrarse en el Barrio Chino de la capital mexicana.

García descubre poco a poco una compleja trama en la que nadie confiesa sus verdaderos intereses, y donde reafirma la peculiar forma de ver la vida, la muerte y la venganza de la comunidad china en México.

Una novela criminal

Premio Alfaguara de novela 2018, el texto escrito por Jorge Volpi retrata las falsedades e irregularidades que hubo en el caso de Israel Vallarta y la francesa Florence Cassez, cuya supuesta captura el 9 de diciembre de 2005 fue transmitida a nivel nacional, siendo expuestos como los líderes de una banda de secuestradores.

Semanas después, el jefe de la policía mexicana reconoció que la transmisión había sido producto de un montaje realizado a solicitud de los medios, y con esta revelación comenzó uno de los procesos criminales más escandalosos y complejos, que llegó a tomar tintes diplomáticos.

Rompiendo todas las convenciones del género, Una novela criminal es el recuento de esta historia verdadera que parece surgida de la más descabellada ficción policíaca y que se convierte en una apasionada reflexión sobre las posibilidades de la verdad y la justicia.

Todo lo que muere

Texto del irlandés John Connolly que conmociona con una historia terrorífica muy bien tramada a partir de personajes sólidos y complejos (que aparecen en otras entregas), dando una visión aguda visión de la sociedad.

Todo empieza la noche en que Charlie «Bird» Parker, inspector del Departamento de Policía de Nueva York, discute con su esposa y sale a tomar unas copas, pero al volver a casa se encuentra a su mujer y a su hija de tres años salvajemente asesinadas.

Entre los sospechosos figura el propio Parker, pero el crimen no podrá resolverse, por lo que, incapaz de superar los sentimientos de culpabilidad y expulsado del cuerpo de policía, el inspector se convierte en un hombre atormentado, violento y deseoso de venganza.

Cuando su ex jefe le pide ayuda para resolver el caso de una joven desaparecida, Parker acepta y se embarca en una investigación que le llevará hasta el sur de Estados Unidos.

Todo lo que muere

El crimen de la obsidiana 

Escrita por el catalán nacionalizado mexicano, Enrique F. Gual, narra  la historia de Gerald Fitzmoritz y Lewis Dixo, dos amigos de carácter opuesto.

Mientras Fitzmoritz es extrovertido, liberal y un apasionado de las mujeres, Dixon es taciturno, reservado y amante del dinero.

Ambos deciden volver a Inglaterra para tomar un descanso después de una largar temporada en México, pero a petición del primo de Gerald, se hospedan en Derry’s Apartments, lugar en el que prevalece un denso y hostil ambiente entre los inquilinos y empleados, teniendo como fondo el suicido de una mujer, registrado tiempo atrás.

IPR

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