
Leonardo García, ciudadano estadounidense de origen latino, fue detenido dos veces por ICE en Alabama pese a mostrar su documentación, y ahora demanda al DHS.
Leonardo García, un joven estadounidense de 25 años con padres mexicanos, denunció haber sido detenido en dos ocasiones por agentes de inmigración en Alabama pese a presentar su documentación, lo que lo llevó a demandar al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) por presuntas prácticas discriminatorias.
García trabajaba en obras de construcción en el condado de Baldwin cuando fue interceptado por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). “Soy estadunidense”, les dijo, pero los oficiales no creyeron en su palabra y lo detuvieron por su apariencia y origen latino, según los abogados del Instituto para la Justicia (IJ), que representa su caso.
El primer incidente ocurrió en mayo, cuando García fue tirado al suelo, esposado y retenido durante una hora, hasta que se comprobó su identidad. No había una orden de detención ni evidencia de un delito, indicó Janae Wilkerson, portavoz del IJ. El segundo arresto se registró en junio en otra construcción. “Estaba dentro de una de las casas (…) Sentí una persona detrás de mí. Un agente entró por el garaje y me pidió que saliera”, narró García. Aunque informó que era ciudadano estadounidense, fue llevado a un vehículo para verificar su estatus y luego liberado.
García expresó su preocupación por la posibilidad de que estas detenciones vuelvan a repetirse. “Tengo el temor de que cada vez que voy a trabajar vuelva a ocurrir”, señaló. La demanda presentada ante el tribunal busca detener lo que considera “tácticas inconstitucionales e ilegales de control de inmigración” en el Distrito Sur de Alabama y solicita una reparación por los daños sufridos.
Según Andrew Wimer, director de Relaciones Públicas del IJ, también se pedirá una medida cautelar para impedir redadas sin orden judicial en sitios de construcción privados en esa región.
Este caso se suma a otros reportes de detenciones de ciudadanos estadounidenses por parte de ICE. En California, Rafie Ollah Shouhed, iraní nacionalizado estadounidense de 79 años, demandó al gobierno por 50 millones de dólares tras ser detenido en su negocio de lavado de autos, resultando con costillas fracturadas. Otro joven de 29 años, Jason Brian Gavidia, fue detenido pese a mostrar su ciudadanía, y un agente incluso le preguntó en qué hospital nació.
El DHS, sin embargo, asegura que ICE no arresta ni deporta a ciudadanos estadounidenses. Los casos generan críticas sobre la actuación de los agentes, quienes bajo las políticas implementadas pueden detener a personas que consideren indocumentadas hasta verificar su estatus, lo que ha desatado controversia por presunta discriminación racial y legalidad de estas prácticas.