
Simpatizantes del expresidente llenaron las calles pese a la lluvia, en rechazo a la condena que lo mantiene en arresto domiciliario.
Miles de ciudadanos salieron este fin de semana a las calles de varias ciudades de Colombia para manifestar su respaldo al expresidente Álvaro Uribe Vélez, luego de que fuera condenado a 12 años de prisión domiciliaria por los delitos de soborno y fraude procesal.
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Con banderas, paraguas y vestimenta blanca, los manifestantes marcharon bajo una intensa lluvia por las principales avenidas de Bogotá, coreando frases como “Uribe, amigo, el pueblo está contigo”. La movilización también alcanzó la Plaza de Bolívar, donde se escucharon consignas en defensa del exmandatario, considerado una figura emblemática de la derecha en el país.
Uribe, quien fue presidente de Colombia entre 2002 y 2010, es el primer exjefe de Estado en recibir una condena penal. Desde su residencia en las afueras de Medellín, donde cumple arresto domiciliario desde el 1 de agosto, agradeció a sus seguidores con un mensaje de gratitud.
“Esto es persecución política”: seguidores
En Medellín, ciudad natal de Uribe, también se registraron multitudinarias concentraciones. “¡Viva Álvaro Uribe inocente! Qué lástima que lo estén juzgando con fines políticos”, exclamó Luz Gómez, pensionada y asistente a la marcha.
Tomás Uribe, hijo del exmandatario, también participó en los actos. Desde una tarima, denunció una campaña de hostigamiento: “Basta ya de odio y violencia contra quienes piensan diferente. La oposición merece respeto”.
Sergio Carreño, estudiante de derecho y uno de los asistentes en Bogotá, aseguró que el juicio estuvo marcado por irregularidades. “Estamos aquí porque creemos que este proceso fue manipulado”, dijo mientras portaba el tradicional sombrero aguadeño que distingue a Uribe.
Contexto judicial
La condena contra Uribe ha sido interpretada por sus simpatizantes como una ofensiva judicial impulsada por sectores de izquierda. Él mismo ha calificado el proceso como una venganza política disfrazada de justicia.
Aunque enfrenta una sentencia firme, el expresidente mantiene una base sólida de apoyo popular que continúa viéndolo como un referente del orden y la seguridad en el país.
Con información de Excelsior