Este cachorrito mestizo de pastor alemán, mastín, pitbull terrier y rottweiler, quedó con la cara torcida y parcialmente ciego de un ojo después de ser mordido por su madre cuando era pequeño.
La adopción de perritos es un acto altruista que cada vez más personas practican para ayudar a los animales en situación de calle y, poco a poco, mitigar este problema, que en México se ha convertido en un desafío de salud pública, tanto para los perros como para los humanos.
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Fue a través de la adopción de mascotas que Amanda Richter, quien se dedica a la fotografía, descubrió a su próximo mejor amigo mientras navegaba en el sitio de rescate de perritos Old MacDonald Kennels en Alberta, Canadá. Allí encontró uno en particular que llamó mucho su atención por su singular aspecto, lo que de inmediato la hizo sentir mucho amor en su corazón.
Al mirar al perrito, notó algo diferente en su carita. Este cachorrito mestizo de pastor alemán, mastín, pitbull terrier y rottweiler, había sido mordido por su madre cuando era cachorro, lo que le dejó la cara torcida y parcialmente ciego de un ojo.
Sin embargo, eso le importó poco a Amanda, quien se apresuró a alistar los trámites para adoptar al lomito, a quien finalmente llevó a su casa y lo llamó Brodie. Inmediatamente lo consideró “perfecto” y le encantó que se pareciera un poco a “una obra maestra de Picasso”.
“Es un perrito muy vivaz. Me hace reír, está lleno de energía y es despreocupado. Me comentan mucho que se parece a un perro de dibujos animados que solíamos dibujar cuando éramos niños. No es perfecto, pero aun así es querido. No se trata de lo que está por fuera. Ese perro tiene el corazón más grande. Para mí, es perfecto”, expresó Amanda.
Desde entonces, la fotógrafa se ha dedicado a compartir imágenes del adorable Brodie, ahora de 5 años, en las redes sociales, donde tiene una cuenta en Instagram (@bestboybrodie) con más de 600 mil seguidores.
Por si eso fuera poco, un internauta notó que Brodie y un perrito en adopción, de nombre Rave, tenían un enorme parecido por su carita chueca, por lo que no dudó en contactar a Amanda y hacerle saber sobre el “gemelo” de su mascota. Así, organizaron una divertida reunión donde ambos perritos se conocieron y, por primera vez, vieron sus caritas particulares.
Raven, de tres años, una mezcla de husky y pastor alemán, también fue adoptado por Amanda en febrero de 2022, después de ser rescatado de Fuzzy Texan Animal Rescue. Sin embargo, las cosas al principio no fueron fáciles para Brodie y su nuevo hermano.
“Al principio, Brodie le tenía miedo a Raven, que venía de un hogar donde había abusos. Estaba petrificada cuando la adopté. Con el tiempo, se encariñaron. Ahora son inseparables. Juegan juntos. Es una relación de hermanos”.
La historia de Brodie y Raven es un recordatorio de que el amor y la conexión no siempre dependen de la perfección física, sino de los lazos que se crean con el corazón.
A través de la adopción, ambos perros han encontrado una familia que los ama tal y como son, y juntos, muestran al mundo que la verdadera belleza está en la autenticidad y el cariño.
