Las investigaciones ocurrieron luego de que los empleados de la compañía de aviación de la familia, revelaran que entre padre e hijo había tensiones
Un joven de 33 años fue hallado culpable y condenado a cadena perpetua por el asesinato de su padre, a quien le quitó la vida para poder heredar su compañía de aviación.
El sujeto, identificado como Dellen Millard, ocultó el crimen de su padre, quien en 2012 murió víctima de un disparo en la cabeza en lo que parecía ser un suicidio.
Wayne Millard, de 71 años, había nombrado como heredero único de su compañía familiar de aviación a su hijo Dallen, que aprovechó que su padre dormía para dispararle en un ojo.
El juez Maureen Forestell de la Corte Superior de Ontario señaló que Dellen llevó a cabo un “asesinato planeado y deliberado”.
Las investigaciones ocurrieron luego de que los empleados de MillardAir, la compañía de aviación de la familia, revelaran que en la relación padre e hijo había tensiones, lo que les sorprendía mucho por la repentina muerte de Wayne.
El día después de la muerte de su padre, el mismo Dellen Millard le dijo a la policía que su progenitor había estado deprimido y que era alcohólico.
“Llevó una gran tristeza con él durante toda la vida que yo nunca supe, nunca quiso compartir eso conmigo”, aseguró a la policía.
Además, seis meses después de la muerte de Wayne Millard, un hombre canadiense de 32 años de nombre de Tim Bosma también desapareció, lo que desencadenó una serie de investigaciones policiales que condujeron a Dellen.
En mayo de 2013 Bosma se había encontrado con Millard y un amigo de este, Mark Smich, para venderles su camioneta, pero nunca regresó a su casa.
Las investigaciones revelaron que Dellen y Mark habían asesinado a Bosma, y a la ex novia del propio Millrad, Laura Babcock, que había desaparecido en julio de 2012, unos meses antes de la muerte de Wayne Millard.
Aunque el cuerpo de Babcock nunca se encontró, se hallaron rastros de lo que parece ser restos óseos carbonizados dentro de la propiedad de Dellen, por lo que las autoridades realizaron pruebas periciales que determinaron que Millard y Smich les dispararon a los dos e incineraron sus cuerpos.
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