
Una enfermera fue sentenciada a cadena perpetua por el asesinato de cinco recién nacidos y ocho intentos más en un hospital público de Córdoba, Argentina
Brenda Cecilia Agüero, enfermera del Hospital Materno Neonatal Ramón Carrillo de Córdoba, fue declarada culpable del asesinato de cinco bebés y la tentativa de homicidio de otros ocho. El jurado popular, que siguió el caso durante un extenso juicio de seis meses, emitió un veredicto unánime y la condenó a prisión perpetua.
Los hechos ocurrieron entre marzo y junio de 2022. De acuerdo con la acusación, Agüero inyectó deliberadamente dosis letales de potasio e insulina a recién nacidos sin problemas de salud, provocándoles paros cardíacos inexplicables a los pocos minutos de haber sido atendidos. La Fiscalía calificó su conducta como “alevosa” y una “traición a la confianza pública”.
“Seleccionaba bebés sin factores de riesgo, les administraba sustancias tóxicas y después intentaba resucitarlos para mostrarse como salvadora”, declaró el fiscal Raúl Garzón durante su alegato. Según el Ministerio Público, Agüero buscaba reconocimiento profesional simulando maniobras de reanimación tras causar el colapso de los bebés.
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Los pequeños Francisco, Benjamín, Ibrahim, Angeline y Melody fueron las víctimas fatales. Ocho más sobrevivieron los ataques, aunque algunos quedaron con secuelas permanentes. El patrón en cada caso fue similar: bebés sanos que súbitamente sufrían fallas cardíacas tras ser revisados por la acusada.
Uno de los momentos más duros del juicio fue el testimonio de Luciana Paredes, madre de Melody. “Estaba perfecta, llorando. Diez minutos después, me la devolvió sin vida”, relató entre lágrimas. Una neonatóloga del hospital confirmó ante el tribunal que las autopsias revelaron niveles anómalamente altos de potasio en los cuerpos, imposibles de explicar por causas naturales.
Durante el juicio, Brenda Agüero se declaró inocente y acusó a las autoridades de haberla convertido en chivo expiatorio. “Soy un chivo expiatorio”, dijo en su última declaración. Su defensa intentó invalidar las pruebas argumentando fallas en la cadena de custodia y errores en las autopsias, pero los argumentos fueron rechazados por el tribunal.
Además de Agüero, el proceso penal involucró a cinco exfuncionarios de salud del gobierno provincial, entre ellos la exdirectora del hospital Liliana Asís y el exsubsecretario Pablo Carvajal. Fueron condenados por encubrimiento y omisión de deberes, con penas de entre cuatro y cinco años de prisión, aunque continuarán en libertad mientras se resuelven las apelaciones.
“La cadena de negligencia fue escandalosa. Hubo alertas que nadie quiso ver”, denunció el abogado querellante Carlos Nayi, representante de varias familias afectadas.
El fallo generó una fuerte reacción pública en Argentina. Tras conocerse la sentencia, familiares de las víctimas realizaron una vigilia frente al tribunal. “Hoy sentimos que se hizo justicia. Nuestros hijos no murieron en vano”, dijo una madre visiblemente emocionada.
La sentencia ha reavivado el debate sobre las condiciones en el sistema de salud pública en la provincia de Córdoba, así como la necesidad de reforzar los protocolos de seguridad y supervisión médica en hospitales públicos.