
Estudiantes y familias acusan cancelaciones injustas y alertan sobre inequidad en el nuevo modelo de admisión al bachillerato.
Protestas y recursos legales marcan el inicio del conflicto por el ECOEMS
La implementación del Examen Conjunto de Ingreso a la Educación Media Superior (ECOEMS) en formato virtual por parte de la UNAM y el IPN ha generado una oleada de críticas y movilizaciones. Estudiantes, padres de familia y colectivos señalan que el nuevo sistema ha derivado en cancelaciones arbitrarias, condiciones desiguales y una preocupante falta de claridad.
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Este lunes y martes se llevarán a cabo protestas frente a las sedes del IPN y la UNAM, donde se entregarán pliegos petitorios con demandas específicas. Entre ellas, destaca la solicitud de revisar los exámenes invalidados y la exigencia de que cualquier reposición se realice de manera presencial. También se contempla una marcha hacia el Zócalo capitalino, al considerar que el gobierno de la Ciudad de México tiene corresponsabilidad en el modelo de aplicación remota.
Cancelaciones por ruidos externos: el caso que llevó al amparo
Una de las situaciones que ha encendido el descontento es la de un estudiante cuyo examen fue anulado tras ser detectados ruidos ajenos a su control, como obras de construcción cercanas. Arturo Cortés, abogado y tío del afectado, informó que ya se ha iniciado el trámite de un amparo individual.
El recurso busca que las autoridades expliquen detalladamente las razones de la cancelación y que, en caso de confirmarse que el estudiante no incurrió en ninguna falta, se le permita repetir la prueba. “No se trata de evadir las reglas, sino de exigir seguridad jurídica y procesos justos”, aclaró Cortés.
Además del caso particular, se analiza la posibilidad de promover un amparo colectivo, aunque algunos padres aún dudan sobre la viabilidad de esta ruta legal.
Colectivos denuncian inequidad y falta de garantías
El colectivo Cubículo Estudiantil, conformado por aspirantes, estudiantes de preparatoria y padres de familia, surgió a raíz de una cancelación considerada injusta y ha crecido rápidamente. Actualmente agrupa a unas 200 personas que comparten experiencias similares: desde alertas por ruidos comunes —como perros, lluvia o conversaciones— hasta cancelaciones automáticas sin explicaciones claras.
Naela Mejía, estudiante de la Preparatoria 6 e integrante del colectivo, explica que la falta de respuesta humana en los sistemas de atención complica cualquier intento de apelación. “Nos enfrentamos a un modelo automatizado que excluye sin escuchar”, afirma.
En su pronunciamiento, el grupo cuestiona el uso de la inteligencia artificial en evaluaciones tan decisivas y exige que se suspendan los exámenes selectivos, apostando por la ampliación de la matrícula y la mejora de las instituciones públicas.
Uno de los casos más indignantes para el colectivo es el de un joven que, tras lograr reprogramar su examen mediante quejas formales, volvió a presentarlo… solo para que fuera cancelado nuevamente. “Esto ya no es un problema técnico: es una barrera sistemática”, concluyó Mejía.
Exigen revisión profunda del ECOEMS
Las voces inconformes coinciden en que el ECOEMS, promovido como una mejora al antiguo COMIPEMS, ha resultado en mayor desigualdad. La falta de condiciones equitativas para los aspirantes y el uso de filtros automatizados sin posibilidad de apelación efectiva refuerzan, según los colectivos, un proceso de elitización en la educación pública.
Mientras las autoridades no emitan una respuesta clara, las protestas y acciones legales continuarán. Para las familias afectadas, la lucha no es solo por un examen, sino por el derecho a una educación con garantías mínimas de equidad y justicia.
Con información de Excelsior