
El líder espiritual tibetano declaró que una fundación bajo su tutela será la única autorizada para identificar a su sucesor, en respuesta a los intentos de control por parte de Pekín
El Dalai Lama aseguró que tras su fallecimiento sí habrá una reencarnación que continúe con su legado espiritual, y dejó claro que la única autoridad legítima para identificar a su sucesor será la fundación que él mismo estableció: el Gaden Phodrang Trust.
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Durante una celebración por su próximo cumpleaños número 90, el líder budista —Premio Nobel de la Paz en 1989— reafirmó su decisión de garantizar la continuidad de la tradición tibetana de sucesión espiritual y rechazó tajantemente cualquier injerencia del gobierno chino en ese proceso.
“La institución del Dalai Lama continuará. La búsqueda de mi reencarnación será tarea exclusiva del Gaden Phodrang Trust, en consulta con las escuelas del budismo tibetano”, declaró en un mensaje grabado, ante un grupo de monjes y seguidores congregados en una biblioteca de Dharamshala.
Choque con China por el control espiritual
Las declaraciones del Dalai Lama reavivan las tensiones con el gobierno de China, que insiste en que el próximo líder espiritual debe ser elegido dentro de su territorio y validado mediante un ritual centenario, como el sorteo de nombres en una urna de oro. Pekín considera al Dalai Lama un separatista desde que huyó del Tíbet en 1959, tras un fallido levantamiento.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Mao Ning, reiteró que la tradición da derecho a China para aprobar la elección del próximo Dalai Lama. Mientras tanto, el Departamento de Estado de EE.UU. pidió al gobierno chino detener cualquier intento de interferencia y reanudar el diálogo con representantes tibetanos.
La sucesión: fuera del Tíbet y sin restricciones de género
Según explicó Samdhong Rinpoche, alto miembro del Gaden Phodrang Trust, aún no existen instrucciones escritas sobre el proceso de sucesión, pero se adelantó que la futura reencarnación podría nacer fuera de China, sin importar el género o nacionalidad del niño.
El líder de la Administración Central Tibetana en el exilio, Penpa Tsering, agregó que el Dalai Lama estaría dispuesto a visitar el Tíbet si su salud lo permite y si no existen condiciones impuestas por China, pero dejó claro que no planea residir allí permanentemente.
“Él ha sido claro: ‘Si puedo visitar el Tíbet o China, lo haré. Pero no viviré allí, porque no hay libertad’. Lo mismo aplica para su reencarnación: ‘naceré en un lugar libre’”, afirmó Tsering.
Reencarnación: una tradición milenaria en disputa
En el budismo tibetano, se cree que el alma de un maestro espiritual puede renacer en el cuerpo de un niño. El actual Dalai Lama fue identificado a los dos años de edad como la 14ª reencarnación, tras señales interpretadas por monjes expertos.
El proceso tradicional, según China, requiere la validación del gobierno central y el uso del antiguo ritual imperial de 1793. Sin embargo, el Dalai Lama y sus seguidores han insistido en que la decisión debe estar libre de presiones políticas.
La figura del Dalai Lama sigue siendo una de las más influyentes del mundo espiritual, con un impacto que trasciende credos y fronteras. Su decisión de reencarnar, y de hacerlo fuera del control chino, marca un punto de inflexión en la lucha por preservar la autonomía espiritual del pueblo tibetano.
Con información de Excelsior