Luego de la pandemia por coronavirus Covid-19, cuando toque levantar la economía, habrá que pensar si la levantamos siendo incluyentes
Oigan, creo que le tendré que dar la razón al señor Barbosa. Pero tranquilos. Sobre todo los guajolotes, al menos hasta Navidad parece que estarán seguros. No, a lo que me refiero es a aquello de que el CoVid-19 solo le da a los ricos y no a los pobres.
Quizá tenga un punto. Pues esta enfermedad, efectivamente no le puede dar a los pobres. Porque estarían comprometiendo peligrosamente su existencia.
Y es que analicemos el escenario de la pandemia. Esta requiere de confinamiento en casa. En un lugar donde puedas lavarte constantemente las manos, en donde tengas servicios básicos e incluso internet para trabajar desde casa.
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Y por supuesto una buena ración de comida, y una cuenta de banco con el ahorro suficiente para asegurar una estadía para ti y tu familia, por al menos dos semanas.
Si tuvieras que salir, la sugerencia es hacerlo en auto y no en transporte público. Si hay que comprar, será mejor con tarjeta en lugar de efectivo. Y manteniendo una distancia de al menos metro y medio entre individuos.
Algo prácticamente imposible si vives al día, en una zona con escasos o nulos servicios y con el riesgo de perder el empleo si faltas a trabajar. Una situación complicada, sobre todo para evitar la pandemia.
Y es que, haciendo un recorrido este fin de semana por la ciudad, pude darme cuenta como el escenario de la pandemia cambia según el estrato de la colonia. Pasando de una cuarentena, a la tierra de no pasa nada, dependiendo del poder adquisitivo. Un fenómeno que no me dejarán mentir, se replica en cada uno de los estados.
Y con esto no quiero caer en eso los ricos malos y los pobres buenos. Pues también tiene que ver con educación, trabajo, esfuerzo y objetivos para salir adelante. Aspectos que las podemos encontrar en abundancia o escasez en ambas partes de la ecuación.
Entonces a lo mejor el gobernador tenía un punto. Y luego de la pandemia, cuando toque levantar la economía, habrá que pensar si la levantamos siendo incluyentes.
Y no bajo simplezas como“primero los pobres” sino con soluciones de fondo como “primero la educación, primero los servicios, primero la recompensa por el esfuerzo, por los proyectos que hagan ganar a todos y el apoyo a quién de verdad busca salir adelante”.
Sino seguiremos viviendo en la tierra donde los pobres no se pueden enfermar. Ah! Y antes de que se emocione el imperfecto, déjeme agregar algo señor gobernador, en el mundo hay persona tan pobres, pero tan pobres, que lo único que tienen es dinero.
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