Como lo que pega en Internet se repite han surgido infinidad muestras de estupidez que buscan darle a los participantes sus 5 minutos de fama, siendo cuestión de tiempo para que surgieran ideas que demostraban que el cerebro también puede vivir sin neuronas
El ser humano es el animal más inteligente que vive en este planeta. Una frase que quizá deba ponerse en duda sobre todo si se analiza luego de la existencia del Internet. Esa llave maestra que ha servido para mejorar a la humanidad, pero también para saber qué tan crédulos podemos llegar a ser. Una fuente de conocimiento para muchos y una gran venda en los ojos para otros.
¿Por qué digo esto? Por los famosos challenge, esos retos en la red que han ido desde la más noble causa, hasta el más trágico escenario donde a más de uno le ha costado la vida.
Como tal no hay un primer registro, pero quizá el primero se dio gracias a Vine. Un sitio creado para publicar videos cortos que se reproducían una y otra vez. El reto, hacer un clip cómico o ridículo que hiciera felices al mayor número de usuarios.
Pero sin duda el boom de los challenge lo detonó Corey Griffin cuando le pidió a famosos y desconocidos vaciarse un cubo de agua fría o con hielos en una campaña solidaria con los enfermos de esclerosis lateral amiotrófica. Recaudando miles de dólares que sirvieron para la investigación de dicho padecimiento.
Y como lo que pega en Internet se repite, de ahí derivaron muchos más que buscaban darle a los participantes sus 5 minutos de fama. Sin embargo, fue cuestión de tiempo para que surgieran ideas que demostraban que el cerebro también puede vivir sin neuronas.
Hot Water Challenge. Si tuvo éxito echarse un balde de agua helada encima, ¿qué podría pasar si lo hacemos con agua hirviendo? El resultado, muchas visitas a los hospitales y una persona muerta.
Cinnamon Challenge. Comer cosas raras no podía quedar fuera de los retos. Pero comer una cucharada de canela no sólo puede provocarte una infección en los pulmones, además corres el riesgo de asfixia pues este ingrediente no se disuelve con la saliva.
Salt and Ice Challenge. Qué mejor forma de matar el aburrimiento que quemarte la piel con sal y hielo. Quien aguante más será el ganador. De qué, seguramente de una marca permanente en la piel como recordatorio de que Darwin estaba en un error.
The Fire Challenge. Uno de los peores. Aquí tal cual, el reto era rociarte alcohol y prenderse fuego. Se supone que por unos segundos sólo el combustible se consumiría sin dañar tu piel, pero bueno, qué podría salir mal.
Y como estos, cientos. Tomar paracetamol, succionar en una botella hasta reventarte los labios, aspirar un condón por la nariz y sacarlo por la boca, jugar a asfixiarse. O mi favorito, ponerte una bolsa de carbón en la cabeza hasta quedar todo tiznado. Tomarte la foto y demostrar que el daño que los mineros sufrieron por años, tu lo puedes sufrir en segundos por propia voluntad.
¿Qué sigue? Todo dependerá de la veces que la imaginación se siga juntando con la estupidez.
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