
La muerte de un estudiante de 13 años en un campamento escolar desata investigaciones por presuntos maltratos y negligencia.
La reciente muerte de Erick Leonardo Torbellín, un estudiante de 13 años, durante un campamento organizado por la Academia Militarizada Ollin Cuauhtémoc en Morelos, ha generado una ola de denuncias y la detención de dos directivos de la institución. El evento, realizado sin autorización oficial, ha sido señalado por prácticas de abuso y negligencia que culminaron en la tragedia.
Erick participaba en un campamento de tres días cuando, según testimonios, fue obligado a continuar con entrenamientos extenuantes pese a mostrar signos de agotamiento. Al colapsar, fue arrastrado por el suelo y se le negó asistencia inmediata. Su madre, Erika Torbellín, denunció que el cuerpo presentaba múltiples signos de violencia, contradiciendo la versión oficial de muerte natural.
La Fiscalía General del Estado de Morelos ha detenido a Juan Carlos N., director de la academia, y a Angélica N., una instructora, por su presunta responsabilidad en los hechos. Ambos enfrentan prisión preventiva mientras se consolidan las investigaciones.
Además del caso de Erick, al menos 30 menores han sido identificados como víctimas o testigos de maltratos en la academia. Uno de ellos, Fernando, regresó del campamento con una fractura en el brazo, presuntamente tras ser obligado a pelear por comida, a pesar de tener una lesión previa y no contar con autorización médica para participar en actividades físicas.
La Secretaría de Educación Pública confirmó que la academia no solicitó permiso para realizar el campamento. Mientras tanto, padres de familia y autoridades locales exigen justicia y una revisión exhaustiva de las prácticas en instituciones militarizadas para garantizar la seguridad y bienestar de los estudiantes.