Ramírez Villanueva y sus funcionarios fueron acusados de los delitos de peculado, ejercicio indebido de funciones y lo que resulte producto de la investigación correspondientes.
La mañana de este lunes se presentó una denuncia penal en contra del expresidente municipal de San Blas, Hilario Ramírez Villanueva, mejor conocido como “Layín”, señalado por la venta del ex aeropuerto de ese municipio, cuyo pago por la suma de 12 millones de pesos nunca ingresó a las arcas de ese Ayuntamiento.
Así lo dieron a conocer el presidente del Congreso del Estado de Nayarit, Leopoldo Domínguez y el director de la Auditoría Superior del Estado (ASEN), Héctor Manuel Benítez, precisando que junto con “Layín”, también fueron denunciados Armida Silvestre Juárez y Mario Vázquez Flores, en su respectivo carácter de presidente, síndico y secretario municipal durante la pasada administración de San Blas.
Ramírez Villanueva y sus funcionarios fueron acusados de los delitos de peculado, ejercicio indebido de funciones y lo que resulte producto de la investigación correspondientes.
Estos señalamientos derivan de la venta del predio correspondiente al ex aeropuerto de San Blas, bien que fue pagado al ayuntamiento -según consta en una escritura pública- por la cantidad de 12 millones de pesos, pese a que un avalúo previo había señalado que el valor de la propiedad alcanzaba los 32 millones.
La misma escritura hace constar que un cheque de la institución financiera Banamex, por 12 millones, fue pagado por un particular, sin que haya registro de que esa cantidad ingresara a las arcas del Ayuntamiento, según fue posible determinar en la auditoría practicada a esa administración.
Sobre los hechos se sabe que desde 2015 comenzaron los primeros trámites administrativos para la venta del terreno, posteriormente en 2016, se llevó a cabo el avalúo (avalado entonces por el cabildo) y todo parece indicar que inmediatamente pasado el proceso electoral se llevó a cabo la compra-venta con un notario público de nombre Alonso González, firmando como testigos “Layín” y su síndico y tesorero.
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