
En Tabasco, las desapariciones aumentaron de 220 a casi 4 mil en tres años; activistas exigen al gobierno medidas urgentes y efectivas para frenar la crisis
Tabasco atraviesa una crisis alarmante por el aumento de desapariciones de personas, un fenómeno que ha ido creciendo de manera constante desde 2018 y que mantiene en vilo a autoridades y familias. Datos de la Asociación Civil Red Lupa revelan que en 2022 había 220 personas reportadas como desaparecidas, mientras que para 2025 la cifra asciende a 3 mil 952, lo que refleja un incremento preocupante en pocos años.
El municipio de Centro concentra el mayor número de casos, al pasar de 309 a mil 876 personas desaparecidas, lo que representa un aumento superior al 600 por ciento en tan solo un año. Otros municipios como Huamalguillo y Cárdenas también figuran entre los cinco con mayor número de desapariciones en 2024.
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Las cifras oficiales del Registro Nacional de Personas Desaparecidas coinciden con esta tendencia, aunque registran menores cantidades: 465 casos en 2019, 631 en 2021 y 1,894 en la actualidad. Julia Arrivillaga Hernández, del Observatorio Ciudadano Tabasco, denunció que de más de 3 mil personas reportadas como desaparecidas desde 2019, únicamente se han localizado 265, lo que representa un promedio desolador del 10 por ciento.
“Es urgente que las autoridades actúen sin culpar a administraciones pasadas y atiendan esta crisis con medidas efectivas que brinden seguridad y esperanza a las familias afectadas”, señaló Arrivillaga Hernández.
El crecimiento sostenido de desapariciones ha generado presión social para que el gobierno estatal, encabezado por Javier May Rodríguez, implemente estrategias inmediatas que permitan frenar esta alarmante tendencia y fortalezcan la búsqueda de personas. Activistas y colectivos coinciden en que se requiere coordinación interinstitucional, mayor presupuesto y mecanismos de alerta temprana que eviten que más ciudadanos desaparezcan sin dejar rastro.
Este panorama pone de relieve la necesidad de un plan integral que no solo documente los casos, sino que también acompañe a los familiares y permita sancionar a quienes estén involucrados en estos delitos. La sociedad exige acciones rápidas y contundentes para revertir un fenómeno que, de no atenderse, podría continuar en aumento.