
Una tormenta eléctrica iluminando el cielo de Milán fue captada desde la Estación Espacial Internacional por la astronauta de la NASA Nichole “Vapor” Ayers.
Un espectáculo natural poco común fue registrado desde el espacio por la astronauta de la NASA Nichole “Vapor” Ayers, quien compartió un video de una tormenta eléctrica iluminando el cielo de Milán, Italia, vista desde la Estación Espacial Internacional (EEI).
La grabación, publicada esta mañana en sus redes sociales, muestra cómo las nubes se tiñen de un intenso color morado mientras los relámpagos iluminan de forma intermitente el cielo, creando una escena impresionante que solo puede observarse con esta claridad desde el espacio.
El material fue capturado hace un par de semanas cuando la EEI orbitaba a unos 400 kilómetros de altura sobre la Tierra, permitiendo que Ayers realizara un registro detallado utilizando una técnica de secuencia de imágenes tomadas a 120 fotogramas por segundo. Esto permitió capturar cada destello con precisión, ofreciendo una “vista única de rayos sobre el cielo de Milán”, como describió la astronauta.
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La posición de la estación orbital brinda a sus tripulantes una perspectiva privilegiada para documentar fenómenos meteorológicos que desde la superficie suelen ser difíciles de apreciar con este nivel de detalle. Ayers, quien se encuentra actualmente en misión a bordo de la EEI, continúa con su labor de investigación y documentación de la Tierra, sumando a la colección de imágenes que ayudan a acercar al público la experiencia de la vida en el espacio.
Este tipo de registros no solo captan la atención por su belleza visual, sino que también aportan datos valiosos a la comunidad científica, pues permiten analizar la dinámica de las tormentas, la frecuencia de los rayos y su interacción con la atmósfera terrestre.
Nichole “Vapor” Ayers, quien comparte la pasión por la fotografía en el espacio con su colega Don Pettit, ha resaltado la importancia de aprovechar la capacidad de observación de la EEI para acercar la ciencia y la belleza de nuestro planeta a todos, recordando la relevancia de la investigación continua desde la órbita terrestre.