
Familia y compañeros exigen justicia durante el funeral del agente asesinado en Pachuca
Este martes, la comunidad de Hidalgo se reunió en Pachuca para rendir homenaje a Paulino Castañeda, agente de la Procuraduría General de Justicia estatal. En un sepelio cargado de música, flores y aplausos, sus seres queridos exigieron acciones ante el presunto abuso de autoridades que rodeó su muerte después de haber sido secuestrado y golpeado en la capilla “Angelito Negro 666”.
Decenas de elementos acompañaron el cortejo fúnebre hasta el panteón, donde se presenciaron gestos de reclamo público hacia la institución encargada de su protección. “Si en ese momento hubieran buscado a las 6, 7 personas que no se reportaron… estaríamos hablando de otras cosas”, lamentó su hermano José Antonio Castañeda.
En medio del dolor, se realizó el tradicional “último pase de lista” por parte de sus compañeros, un momento solemne que simbolizó el adiós al uniformado. Ezequiel Molina, amigo de Paulino, señaló con firmeza: “Que las autoridades hagan su trabajo” y cuestionó el lugar al que fue enviado el agente.
La capilla donde ocurrieron los hechos aún permanece resguardada por autoridades; se mantiene bajo aseguramiento mientras se continua la investigación. El titular de la Procuraduría de Hidalgo, Francisco Fernández Hasbun, anunció que se revisarán los protocolos internos y prometió reunirse con el personal para implementar mejoras.
La audiencia con los cuatro presuntos responsables está programada para este viernes, donde se definirá su situación jurídica. La exigencia de justicia repicó durante la ceremonia, con la firme promesa de que este caso no quedará impune y será un precedente en la vigilancia a agentes.