
Choi Mal-ja fue absuelta tras seis décadas luego de que un tribunal reconociera que morder la lengua de su agresor fue legítima defensa en Corea del Sur
Después de 61 años, Choi Mal-ja, una mujer surcoreana, fue finalmente absuelta por un tribunal de Corea del Sur tras morder y arrancar parte de la lengua de un hombre que intentó violarla. La acción que le costó la libertad en 1964 fue reconocida ahora como legítima defensa, poniendo fin a una injusticia que se prolongó durante más de seis décadas.
Choi tenía 18 años cuando ocurrió el ataque en Gimhae, provincia de Busan. Según los registros, un hombre de 21 años la inmovilizó, le forzó la lengua en la boca y le tapó la nariz, impidiéndole respirar. En medio de la agresión, logró liberarse mordiendo aproximadamente 1.5 centímetros de la lengua del agresor. Mientras él fue acusado de allanamiento e intimidación y recibió una condena de seis meses, suspendida posteriormente, Choi fue imputada por lesiones corporales graves y sentenciada a diez meses de prisión, con suspensión de pena por dos años.
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Con el paso del tiempo, el caso se convirtió en un ejemplo de las fallas históricas del sistema judicial surcoreano frente a la violencia sexual y los derechos de las mujeres. Inspirada por el movimiento #MeToo, Choi solicitó un nuevo juicio en 2020. Tras un rechazo inicial por tribunales inferiores, la Corte Suprema autorizó la reapertura en diciembre de 2023. Además, la mujer buscará compensación del Estado por los daños ocasionados por la condena original.
Organizaciones feministas y la opinión pública han recibido la absolución con gran apoyo, considerando a Choi un símbolo de la lucha por la justicia y el reconocimiento de la legítima defensa frente a la violencia sexual. El tribunal determinó que la acción de Choi fue proporcional al ataque que sufrió, preservando su integridad física y autonomía sexual, algo que no fue valorado en el fallo de 1964.
El nuevo juicio, realizado en julio de 2025, incluyó un gesto poco común: los fiscales pidieron perdón públicamente por el sufrimiento que Choi soportó durante décadas y reconocieron que su reacción fue una forma válida de defensa frente a la agresión. Finalmente, el 10 de septiembre de 2025, el tribunal de distrito de Busan revocó la condena, absolviendo a Choi de los cargos que la habían perseguido durante 61 años.
Hoy, a sus 79 años, Choi Mal-ja expresó su gratitud a quienes la apoyaron y afirmó que espera que su caso sirva de ejemplo y aliento para otras personas que hayan vivido situaciones similares, dejando una marca en la historia judicial de Corea del Sur respecto a los derechos de las mujeres y la legítima defensa.