Hubo discrepancias dentro del Movimiento Al Socialismo (MAS), porque algunos parlamentarios consideran que Morales fue víctima de un “golpe de Estado”
La oposición criticó la sesión y la calificó de “inadmisible”, pues consideran que Morales había renunciado de facto al abandonar el país
Dos meses después de presentada la dimisión, el Congreso de Bolivia aprobó la renuncia de Evo Morales a la presidencia, en medio de una confusa sesión.
El Parlamento, controlado por el MAS liderado por el exmandatario, votó la misiva firmada por Morales el 10 de noviembre, poco antes de viajar al exilio.
“En la Asamblea Legislativa aceptamos la renuncia de nuestro compañero Evo Morales y Álvaro García. Estamos cumpliendo con la Constitución que dice que quienes rechazan o aceptan la renuncia son los diputados y senadores”, dijo a la prensa el congresista Henry Cabrera, influyente dirigente del MAS.
Cabrera consideró necesario cumplir con la parte formal de la ley, pese a que el 12 de noviembre asumió provisoriamente la presidencia del país la senadora de derecha Jeanine Áñez, cuya legalidad reconoció el Tribunal Constituciona.
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