
Édgar Damián Sandoval Albarrán, “La Rana”, fue deportado desde EU y ya está bajo custodia; su testimonio puede ser clave en la investigación de Ayotzinapa
Después de casi una década prófugo, Édgar Damián Sandoval Albarrán, mejor conocido como “La Rana” o “El Güereque”, fue deportado desde Estados Unidos y se encuentra bajo la custodia de la Fiscalía General de la República (FGR). Su repatriación marca un avance importante en la búsqueda de justicia para los 43 normalistas desaparecidos en Ayotzinapa en 2014, ya que se le señala como uno de los sicarios del grupo criminal Guerreros Unidos implicado directamente en estos hechos
La entrega de Sandoval Albarrán ocurrió en el cruce fronterizo entre Nogales, Arizona, y Nogales, Sonora, tras ser detenido por permanecer de manera ilegal en territorio estadounidense. México había solicitado su detención provisional con fines de extradición en julio de 2024, con base en la orden emitida por un juez federal en Toluca. Actualmente enfrenta cargos por delincuencia organizada y desaparición forzada.
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Durante años, la identificación de “La Rana” fue objeto de confusión. En 2018, la entonces Procuraduría General de la República (PGR) había señalado erróneamente a Erick Uriel Sandoval Rodríguez, un profesor de educación física de Cocula, como responsable, mientras que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) logró demostrar que esta persona era inocente y que la verdadera identidad del sicario era Édgar Damián Sandoval Albarrán. En su recomendación sobre el caso, la CNDH expuso que no existía evidencia que relacionara a Sandoval Rodríguez con la desaparición, resaltando que la confusión se debió a similitudes en apodos y nombres.
Según testimonios de integrantes de Guerreros Unidos, “La Rana”, bajo las órdenes de Gildardo López Estudillo “El Gil”, participó activamente en la desaparición de los normalistas, quienes fueron asesinados e incinerados en el basurero de Cocula antes de que sus restos fueran arrojados al Río San Juan.
La repatriación de Sandoval Albarrán genera expectativas sobre el esclarecimiento del caso, ya que su testimonio podría aportar datos clave para cerrar uno de los capítulos más oscuros de la historia reciente de México. Su detención se suma a un esfuerzo continuo para llevar ante la justicia a quienes participaron en estos crímenes.