
Dinamarca presentó una propuesta para otorgar derechos de autor sobre rostro, voz y cuerpo a sus ciudadanos, con el fin de frenar abusos con inteligencia artificial
Dinamarca ha dado un paso que podría marcar un antes y un después en la regulación de la inteligencia artificial: busca otorgar a cada persona derechos de autor sobre su rostro, voz y cuerpo, con el propósito de frenar el uso no autorizado de identidades digitales, especialmente en la creación de deepfakes.
La iniciativa, presentada por el ministro de Cultura, Jakob Engel-Schmidt, plantea modificar la ley de derechos de autor danesa para reconocer que cada ciudadano es dueño de su imagen, gestos y voz. De ser aprobada, Dinamarca se convertiría en el primer país del mundo en establecer este tipo de protección frente a los avances tecnológicos.
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El creciente uso de herramientas de inteligencia artificial generativa ha hecho posible la creación de videos falsos hiperrealistas en los que las personas aparecen diciendo o haciendo cosas que nunca sucedieron, sin posibilidad de reclamación legal efectiva. Con esta propuesta, las víctimas de deepfakes podrían exigir la eliminación del contenido y una compensación económica.
“Toda persona tiene derecho a su propio cuerpo, a su voz y a sus rasgos faciales”, explicó Engel-Schmidt a medios internacionales, subrayando que “la legislación actual no ofrece una protección suficiente frente al auge de la IA generativa. La gente puede ser copiada digitalmente y utilizada para todo tipo de fines, y no estoy dispuesto a aceptarlo”.
La ley buscaría obligar a plataformas como Meta, TikTok y X a retirar de manera inmediata cualquier contenido que viole estos derechos de imagen, y de no hacerlo, se contempla la imposición de sanciones económicas. Los detalles sobre la aplicación y el alcance de las sanciones se darán a conocer en la versión final de la propuesta.
Mientras que la mayoría de las leyes actuales sobre deepfakes se enfocan en combatir la creación de contenido sexual sin consentimiento, la propuesta danesa amplía la protección a cualquier tipo de manipulación digital no autorizada que pueda utilizar la imagen o voz de una persona con fines de fraude, acoso, burla o desinformación.
Para equilibrar la protección de la identidad con la libertad de expresión, el gobierno danés aseguró que la ley contemplará excepciones para casos de parodia, sátira y crítica legítima, especialmente cuando se trate de figuras públicas.
El texto final se presentará ante el Parlamento en las próximas semanas, y se prevé que su discusión se extienda entre finales de 2025 y principios de 2026. Dinamarca, que se prepara para asumir la presidencia del Consejo de la Unión Europea, planea impulsar esta propuesta a nivel continental con el objetivo de establecer una regulación común sobre el uso ético de la inteligencia artificial.
De avanzar, esta iniciativa podría convertirse en un referente global para proteger la identidad de las personas frente a los retos que plantean los desarrollos tecnológicos, marcando el inicio de una discusión internacional sobre la necesidad de adaptar las leyes de derechos de autor a la era digital.