En el país, existe el termino “matahara”, por el trato injusto de las mujeres en un trabajo
Tres diputados japoneses del partido que gobierna Japón se solidarizaron con las mujeres embarazadas y cargaron panzas de 7.3 kilos para saber cómo se sienten.
Creen que con dicho experimento ayudaran a entender el problema que supone discriminar a embarazadas en el lugar de trabajo.
Los políticos llevaron por 24 horas unos chalecos que simulaban las panzas con el peso aproximado que carga una mujer con siete meses de gestación y sus pechos.
“No podía dormir bien, porque sentía mucha presión en el vientre. No podía darme la vuelta mientras dormía, así que mi cuerpo estaba dolorido. Incluso en casa, tuve dificultades con sosas que normalmente doy por sentadas, como limpiar el baño o cortarme las uñas.”, indicó el legislador Masanobu Ogura.
En el país, existe el termino “matahara”, por el trato injusto de las mujeres en un trabajo, cuando están embarazadas o cuando tienen un hijo, que va desde presión psicológica, hasta acoso o despido.
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AFG
