
Este martes, la Cámara de Diputados recibió dos propuestas de reforma enviadas por el Ejecutivo federal, orientadas a modificar la Ley Aduanera y la Ley de los Impuestos Generales de Importación y Exportación.
La iniciativa relativa a la Ley Aduanera plantea la incorporación de herramientas tecnológicas avanzadas y nuevos modelos de control para actualizar los procesos en las aduanas. Asimismo, otorga atribuciones a la Secretaría de Hacienda para que estas instalaciones empleen sistemas de videograbación u otras tecnologías que les permitan fortalecer la vigilancia y los mecanismos de supervisión.
De acuerdo con el documento, los cambios propuestos tienen como finalidad cerrar brechas normativas que actualmente permiten prácticas ilegales como el contrabando, la evasión fiscal y la subvaluación de mercancías, las cuales provocan importantes pérdidas económicas al Estado. Además, se destaca que esta modernización pretende también facilitar el comercio lícito, agilizando el tránsito de productos sin comprometer la seguridad ni la recaudación fiscal.
Por otra parte, la reforma a la Ley de los Impuestos Generales de Importación y Exportación implica una reorientación en la estrategia arancelaria del país.
La propuesta contempla la imposición de aranceles a productos importados de sectores como el automotriz, textil, confección, plástico, acero, electrodomésticos, aluminio, juguetes, muebles, calzado, marroquinería, papel, cartón, motocicletas, remolques y vidrio, siempre que provengan de naciones con las que México no tiene acuerdos de libre comercio, principalmente de origen asiático.
Actualmente, dichos bienes están sujetos a gravámenes que oscilan entre el 10 y el 20 por ciento; sin embargo, la iniciativa presidencial sugiere incrementarlos a tasas de entre 35 y hasta 50 por ciento en ciertos casos específicos.
El objetivo de esta medida es hacer frente a la competencia desleal de productos subvaluados y ofrecer protección a sectores nacionales estratégicos como el textil, automotriz y siderúrgico, los cuales han reportado afectaciones debido a las importaciones a bajo costo.
En la exposición de motivos, se argumenta que es indispensable implementar políticas que aseguren un funcionamiento equilibrado del mercado, evitando distorsiones que perjudiquen los esfuerzos de relocalización de sectores clave y que, además, obstaculicen la llegada de empresas e industrias con alto valor agregado.
De esta forma, el Gobierno federal plantea incentivar la inversión y reforzar las cadenas de suministro, sin que ello implique un desplazamiento de la producción nacional.