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¿Dónde está la oposición en México? #ElOpinador

Ir en oposición a las ideas del Estado, no significa buscar su destrucción, sino modificar aquello que se está haciendo de forma incorrecta

Camarón que se duerme, se lo lleva mi pariente. Pero, mejor dejemos la cultura popular a un lado y las risas que nos generó la BOA esta semana y pongamos sobre la mesa lo que nos dejo pensando ese panfleto de origen desconocido y dudosa autenticidad. Pues hay temas que merecen toda nuestra atención y preocupación.

Empecemos por las figuras simbólicas. A la oposición no se le ocurrió regresar como el Ave Fenix, como el Dragón salvador, bueno ya ni cómo el Águila que devora a sus enemigos.

No, la oposición eligió una boa, esa pariente de la serpiente que en nuestro escudo se le relaciona con el mal que aqueja a nuestra nación. Aunque a lo mejor se les acabaron las opciones con A y fue el primer animalito con B que se encontraron.

En resumen tenemos a un contrario dibujado bajo la figura de la maldad. Lo que cosifica al enemigo y le hace perder toda empatía de la ciudadanía. Porque quién querría estar del lado de los malos.

Una táctica muy parecida a la utilizada por los nazis frente a sus enemigos, los cuales eran vistos con asco por la sociedad, lo que permitía al Führer vejarlos o masacrarlos sin despertar sentimiento alguno en los demás.

Ahora entendamos qué es la oposición. Una doctrina que si bien se distingue por utilizar métodos diferentes al grupo dominante, esto no significa que los objetivos finales sean distintos.

En el entendido de que la sociedad es la prioridad, funciona más bien como un camino diferente y en ocasiones más funcional para generar bienestar. 

Son enemigos, no precisamente. Incluso dentro de las mismas izquierdas y derechas hay opositores en la metodología de los objetivos.

Como también hay opiniones diferentes entre conservadores y quien no esta de acuerdo con sus amigos liberales, una de las grandes ventajas de la democracia.

Entonces ir en oposición a las ideas del Gobierno o el Estado, no significa buscar su destrucción, sino modificar aquello que se está haciendo incorrectamente.

Pero, aquí el problema es ¿dónde está actualmente la oposición? Algunos queremos pensar que está fraguando el momento ideal para llegar.

Y no esperando a que a sus contrarios les vaya tan mal, que piensen que iremos corriendo a sus brazos buscando que nos rescate.

Apostándole a aquella máxima en México donde en los momentos más difíciles los ciudadanos votamos por el menos malo. 

Entonces, qué nos deja el jueguito de la boa. Que la riqueza en México está en sus matices y no pensando que todo es blanco o negro.

Que nuestro mayor logro es la Institución que ha permitido las alternancias en el país, órgano que debemos defender para nunca comprometer su autonomía.

En una nación, con una política tan ridícula en donde siempre resulta que estábamos mejor, cuando estábamos peor.

IPR

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