
A dos años del ataque de Hamás contra Israel, la guerra deja más de 67 mil muertos en Gaza, decenas de rehenes y millones de desplazados en la región
Este 7 de octubre se cumplen dos años desde que el grupo palestino Hamás lanzó un ataque sorpresa contra Israel, un hecho que marcó el inicio de una guerra que aún no encuentra salida. Desde entonces, la violencia ha dejado un saldo devastador: más de 67 mil muertos en Gaza, más de un millón ochocientas mil personas desplazadas y decenas de rehenes que siguen en cautiverio.
El ataque inicial, ocurrido al finalizar la festividad judía de Sucot en 2023, fue el más letal en la historia de Israel. Militantes de Hamás cruzaron la frontera desde Gaza y atacaron comunidades del sur israelí, además de un festival de música en el desierto, donde cientos de personas perdieron la vida. De acuerdo con cifras oficiales recopiladas por la AFP, 1,219 personas murieron ese día, la mayoría civiles, y 251 fueron tomadas como rehenes; de ellas, 47 continúan cautivas, incluidos 25 que, según el ejército israelí, habrían fallecido.
Este martes, en la misma hora del ataque, familiares de las víctimas del festival Nova guardaron un minuto de silencio en memoria de los más de 370 muertos en ese lugar. “Estoy aquí para estar con ella, porque es la última vez que estuvo viva, aquí con su prometido, Moshé”, declaró a la AFP Orit Baron, madre de una de las víctimas. “Es como si en este momento estuviera aquí conmigo”, agregó mientras se escuchaban explosiones provenientes de Gaza.
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Por la noche, Tel Aviv acogerá una ceremonia en la llamada Plaza de los Rehenes, donde familias de las víctimas y cautivos exigirán nuevamente la liberación de quienes permanecen bajo control de Hamás. También se prevén actos oficiales el próximo 16 de octubre, encabezados por el gobierno israelí.
Mientras tanto, el conflicto continúa sin tregua. La ofensiva militar de Israel en represalia ha destruido barrios enteros de Gaza, dejando hospitales, escuelas y viviendas reducidos a escombros. Según el Ministerio de Salud de Gaza, los bombardeos han provocado 67,160 muertes, la mayoría civiles, cifra que Naciones Unidas considera confiable. En los campamentos improvisados, miles de familias sobreviven con escaso acceso a agua, alimentos y medicinas.
“Hemos perdido todo en esta guerra, nuestras casas, familiares, amigos, vecinos”, lamentó Hanan Mohammed, de 36 años, desplazada del campo de Jabalia. “Estoy deseando que se anuncie un alto el fuego y que cese este derramamiento de sangre… No queda nada más que destrucción”, agregó.
A la par de los combates, Estados Unidos ha encabezado nuevos esfuerzos diplomáticos para lograr una tregua. El presidente Donald Trump afirmó que Hamás está cediendo en temas “muy importantes” dentro de las conversaciones indirectas con Israel. “Tengo líneas rojas, si no se cumplen ciertas cuestiones, no se va a hacer”, advirtió el mandatario al referirse a sus condiciones para un eventual acuerdo de paz.
La Casa Blanca propuso recientemente un plan de 20 puntos que incluye la rendición del bloque palestino, una amnistía general, la salida voluntaria de combatientes de Gaza y la liberación de todos los rehenes, vivos o muertos.
Hoy, representantes de ambas partes retomarán las negociaciones en Egipto bajo mediación internacional. La presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja, Mirjana Spoljaric, confirmó que su organización “está preparada para ayudar a reunir a los rehenes y presos con sus familias”.
Sin embargo, mientras los líderes discuten en mesas de diálogo, los ecos de las explosiones aún se escuchan en la Franja de Gaza, recordando que, a dos años del inicio de la guerra, la paz sigue siendo una promesa lejana.