
Camilo Ochoa, conocido en redes sociales como “El Alucín”, fue asesinado el pasado sábado en el estado de Morelos.
Las autoridades ya investigan su homicidio, ocurrido meses después de que su nombre apareciera en volantes que lo vinculaban públicamente con Los Chapitos, junto a otros músicos e influencers.
El ataque se registró en un domicilio del fraccionamiento Lomas de Cuernavaca, en el municipio de Temixco. Según medios locales, familiares del influencer reportaron disparos alrededor de las 17:00 horas. Testigos aseguran haber visto a un hombre huyendo del lugar en un vehículo.
Cuando los elementos de seguridad arribaron al sitio, hallaron el cuerpo de Ochoa sin vida dentro del baño, con heridas de arma de fuego. El periodista Carlos Jiménez difundió una imagen del momento, donde se ve al influencer con un pantalón gris y camisa negra, ropa que coincidía con la que portaba durante una de sus últimas transmisiones en vivo, realizada ese mismo día por la tarde.
La Fiscalía General del Estado de Morelos abrió una carpeta de investigación por homicidio y trabaja en coordinación con instancias estatales y federales para esclarecer el crimen.
Camilo Ochoa se volvió popular por sus videos en YouTube y redes sociales, en los que abordaba temas relacionados con la vida criminal, experiencias personales y sucesos actuales. En su canal “Soy Camilo Ochoa”, que contaba con más de 348 mil suscriptores, compartió abiertamente su pasado: dijo haber sido sicario del Cártel de Sinaloa hasta 2014 y relató haber sido secuestrado en 2004 por Los Zetas en Nuevo Laredo, Tamaulipas, cuando trabajaba en el negocio familiar de comida rápida.
Ochoa también era hijo de Arnoldo de la Rocha, fundador de la cadena de restaurantes El Pollo Feliz, lo que le daba notoriedad pública, especialmente en el norte del país.
Su nombre volvió a ser tendencia en enero de este año, cuando se distribuyeron volantes en Culiacán acusándolo, junto a figuras como Peso Pluma y Markitos Toys, de financiar a la facción de Iván Archivaldo Guzmán. En dichos panfletos se pedía al público dejar de seguirlos en redes. Desde entonces, al menos seis personas mencionadas en esos documentos han sido asesinadas.