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El día que “La mano de dios” fue robada y vendida en la calle

Muestra una mano derecha que sostiene un pedazo de arcilla que es moldeada para crear a Adán y Eva

El 29 de mayo de 2003, una escultura del artista francés Auguste Rodin fue robada del Museo Nacional de Bellas Artes de Recoleta, Argentina. La obra sustraída fue “la mano de dios” y nunca se identificó al captor. Tasada en ese entonces en 10 mil dólares, fue la única pieza sustraída de una sala entera dedica al artista.

Sin pruebas para encontrar a la persona que robó la pieza, se reportó su recuperación el 17 de septiembre del mismo año. De acuerdo con el director del museo, Jorge Glusbergla, un abogado se presentó en sus oficinas el 7 de agosto y le dijo que una exalumna suya se la compró un cartonero en la calle.

La obra

La mano de dios, también conocida como “la creación”, es una escultura con una altura de 94 cm y un ancho de 82,5 cm. Tallada en mármol, muestra una mano derecha que sostiene un pedazo de arcilla que es moldeada para crear a Adán y Eva.

Creada en 1897, la main du dieu se emparenta, debido a su título simbolista, con toda una serie de obras realizadas por Rodin durante los años 1890, como La Cathédrale, La Main de Dialbe  o Le Secret .  En coincidencia con esas otras creaciones, la formación de los primeros seres humanos también representa al ingenio del escultor que amasa la arcilla para dar vida a sus hijos

Cabe destacar que parte de la producción de François-Auguste-René Rodin se encuentra en Argentina porque el país representaba un lugar importante para él. Vivió en la nación argenta en la década de 1910 durante dos años y esculpió el monumento a Sarmiento que se encuentra frente al Planetario, en el barrio de Palermo.

Rodin nació el 12 de noviembre de 1840 en París, Francia, y murió en esa misma ciudad el 17 de noviembre de 1917. Es considerado el padre de la escultura moderna debido a su ruptura con el canon académico que imperaba en el siglo XIX en Francia.

Cuando Rodin incursionó en el ambiente artístico parisino de mitad del siglo XIX, la escultura en los textos académicos se definía como «una imitación selectiva y palpable de la naturaleza». Este concepto fue reformulado por sus obras, ya que más que representar la vida, la significaban por medio de símbolos breves, pero ricos.

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CAB

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